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Megaemail n° 4

Mi querida maestra:

¡Llegó la hora para el megaemail n°4!


el sábado 21 de septiembre:

Pues en cuanto le respondí y le envié las fotos a usted, descubrí en la página de Facebook de la librería donde tuvo lugar ese encuentro con Benjamín Prado, unas fotos y me quedé mirando boquiabierta. ¿Qué concretamente? Lo enviaré adjunto :-). Me acosté a las dos de la mañana, entonces de la cama me levanté antes de las once. Me di una ducha, tomé algo para comer y decidí salir hacia el barrio Goya donde el cantante Dani Martín iba a presentar su nuevo disco. Él mismo ya no me interesa tanto, pero la oportunidad de ver en vivo a la gente que conozco solo de Youtube y de mi ipod nunca la dejo escapar. El barrio Goya está situado detrás del Retiro, sí, detrás de ese parque donde vivo, o sea, adquirí la impresión de que estaba prácticamente justo al lado y por eso pensaba estar allí enseguida. ¡Narices! El Retiro es más grande que un campo de fútbol y aunque corría y tomaba atajos yendo el camino tras el parque y no rodeándolo, llegué tarde. Bueno, "tarde", cuatro minutos después de las doce, justo le oí dejar de cantar una canción y eso era todo. Bueno, luego empezó la firma de autógrafos y como más tarde informó en el Twitter, se firmaba al público madrileño 7 horas sin parar. Eso me parece extraño en España - como todo el mundo se saluda habitualmente besándose las dos mejillas, también es normal durante el encuentro con los artistas. Y ellos no tienen ningún problema, dentro del marco de aumentar la venta de los discos, en posar con sus fans y firmar. Bueno, y si la cola es tan larga como en el Kaufland cuando rebajan el precio de la leche, entonces  la firma se prolonga un poquito. Yo disfruté de verlo por lo menos desde lejos y luego me dije que ya que estaba aquí, pues iba a visitar esta zona. Por coincidencia está justo al lado el Palacio de deportes, un edificio grande y bonito, que conozco de Internet porque allí -ente otras cosas- se entregan unos premios de música. Después me paseé un poco por las calles en dirección a mi casa y de camino se me ocurrió pararme en una exposición. Es que el día anterior leí en Internet que el domingo iba a terminar la exposición de un fotógrafo checo: František Drtikol. La exposición es organizada por el Centro Checo de Madrid cerca de la plaza central, la Puerta del Sol. Allí estaba abierto hasta las 14 y en ese momento era la una, entonces me pasé por allí. Las fotos eran bastante bonitas y, sobre todo, estaban expuestas en un edificio precioso – en la Real Academia de Bellas Artes. Luego fui a comprar algo para comer, sin embargo, de camino apareció delante de mí una librería y yo –continuamente en el estado de ánimo "benjaminopradero"- no resistí la compra de uno de sus libros: la colección de relatos Qué escondes en la mano. En casa todo estaba en calma. Por la noche me dirigí a la sala Galileo Galilei para el concierto de Benjamín Prado con Rubén Pozo y Rebeca Jiménez. En la puerta pagué la entrada y después de entrar empecé a buscar el papelito con mi nombre para enseñarle al personal que a este nombre tengo la reserva. Pero ni terminé de abrir el bolso, ya junto a mí había un señor diciéndome enseguida "¡Usted debe de ser Kristýna!". Un poco en estado de shock le pregunté que cómo me había reconocido y él me dijo que aquí no era habitual que alguien reservara la mesa solo para sí mismo, o mejor dicho, que fuera solo. Entonces me reí, fui llevada a la mesita y atendida. Pedí algo sin hielo, en el caso ideal ni frío. Y me pusieron un zumo y cacahuetes con un snack. El concierto fue excelente, me encantó y lo mejor era el final cuando los tres cantaron el hit del grupo Burning Mueve tus caderas y se lo dedicaron al rey español. Explico: érase una vez un rey que durante la crisis económica de su reino se fue a cazar elefantes a África. Allí se cayó y se rompió la cadera. Tuvo que ser operado. Ahora tiene que someterse a una operación de nuevo. Entonces dedicarle esta canción es lo mismo que como si alguien en nuestro país les cantara Un mensaje claro (en checo Jasná zpráva) de Olympic a Petr Nečas o David Rath (*explico: los ex-políticos checos muy importantes que ya abandonaron la escena política debido a unos escándalos de corrupción; "Un mensaje claro" es una de las canciones más populares del grupo Olympic, en su estribillo se canta "Hemos acabado, un mensaje claro…"). Simplemente una alusión chistosa. ¡Y qué alegría más grande sentí de conocer la canción y entender las relaciones!       


el domingo 22 de septiembre:

Dormí a gusto después del concierto. Por la tarde traté asuntos financieros con ayuda de mi prima. Repasé los contratos de mi beca, su transferencia a mi cuenta checa, la posibilidad de sacar el dinero en efectivo sin tasas, etc. Más tarde esa misma tarde me di cuenta  de que había estado todo el día metida en casa. Ningún plan, afuera buen tiempo, entonces agarré los libros, el ipod lo dejé extraordinariamente en casa y fui al Retiro a tomar el aire y a tomar el sol un poquito (sí, sí, sigue haciendo buen tiempo, unos 30°C). Bueno, y ¡qué me pasó allí! Estaba tirada en el césped, junto a un árbol, leía y cuando cayó la sombra, elegí el único banco desocupado al sol y fui allí. El porqué estaba desocupado, caí en la cuenta enseguida – estaba casi por completo cagado por las palomas, muchísimo. Pero una parte estaba limpia y eso fue suficiente para mí. Seguía leyendo cuando vino un tipo preguntándome si podía sentarse. Eso en España no es muy habitual, un banco ocupado aunque sea solo por una persona es respetado.  Pensé: tal vez también quiere leer en el sol, ¿entonces por qué no? Le respondí que "Sí" y tuve que reírme al imaginarme cuando por la noche fuera a escribirle a mi amiga Bára, que me obliga a hablar, que hoy había vuelto a hablar y que había dicho "Sí". Él leía una revista y al rato me preguntó si yo sabía inglés. Como esa lengua la odio a tope, siempre inmediatamente niego con la cabeza y grito que ¡noooo!. Pues él pidió disculpas, dijo que pensaba que yo era extranjera. Eso me hizo reír. Le dije que sí era extranjera pero que no hablaba inglés. Y para qué dije nada. "Bueno, y yo quería preguntar que significaba esta palabra.; ¿Y tú hablas español?; ¿Y de dónde eres?; ¿Y cómo te llamas?; ¿Y qué haces en Madrid?; ¿Y puedo preguntar …?" Al final resultó que había visitado a Praga, le había encantado, sobre todo los guías narrando leyendas, y etc. Llegamos al tema de la música, charlamos de qué hacía él. Luego dijo que en cuanto a los conciertos, podíamos darnos los números y podíamos ir juntos. Bueno, pero hay un problema: no me gusta nada. No sé cuántos años tendrá, se está quedando calvo levemente pero le echaría unos 33. Y lo del teléfono – el hecho de que tengo el número español me lo callé; dije que tenía solo el checo, que no le serviría para nada, que mejor me diera su e-mail. Dijo que no tenía y que le diera el número checo. No había manera. Se lo di. Él me dio un toque, me callé que tenía el móvil en el bolso y recé para que no se oyeran vibraciones. Durante esa charla me -un par de veces- cogió de la mano, no paró de hablar de la sonrisa tan bonita que tenía, de lo bien que hablaba español, de lo increíblemente interesante que era, etc. Una vez incluso me abrazó. Yo un comportamiento así no lo aguanto, sin embargo, entre los españoles es bastante normal y reconozco que si me hubiera gustado, no me habría importado nada. A las ocho fingí estar muy sorprendida de que ya eran las ocho, que ya tenía que correr. Me preguntó dónde vivía. Le dije que cerca de aquí, entonces nos despedimos y ¡chao! Sentí alivio de que no se le hubiera ocurrido acompañarme. Pues, la anécdota es buena pero quiere ir conmigo al concierto del próximo viernes. Enseguida le escribí a Bára: SOS. Bien… del domingo es todo. 


el lunes 23 de septiembre:

Después de despertarme, estuve reflexionando sobre ayer. Controlaba el móvil para ver si por casualidad el "donjuán" no había llamado. Afortunadamente no. El día lo declaré como "obligatoriamente ocioso". Me afeité las piernas (una información importantísima, eh?), puse dos capítulos de "Výměna manželek" (*explico: la  versión checa del programa de televisión americano "Wife Swap", o sea, "Me cambio de familia"), descargué unas canciones, preparé una sopa de remolacha y por la noche miré en la web de ČT24 (*explico: ČT24 es la versión checa de "El Canal 24 Horas", o sea, un canal de televisión que emite noticias sobre la actualidad nacional e internacional), donde salía Ondřej Liška (*explico: el entonces líder del partido Los Verdes checo, del que fui miembro). En todo el día no saqué los pies de casa, o sea, podía tenerlo por el día más aburrido. Pero después de ese domingo lo necesitaba como el aire. Antes de dormir me alegró la noticia en la web de que dentro de una semana iba a arrancar un proyecto en el que un periodista pasó el fin de semana con Leiva grabando el proceso del nacimiento de una de las canciones. Durante tres semanas presentarán ocho episodios de unos cinco minutos. Y según los avances que vi puedo esperarlo con ilusión. Hoy también se han ido los padres y la tía de Emejota y tengo que decir que me sorprendieron – tanta gente en un espacio pequeño y mantuvieron un orden increíble. ¡Y la chica en eso se les parece!


el martes 24 de septiembre: 

Hoy tuve que madrugar y después de las 9 salí, y eso por varios razones. Primero, me dirigí a la FNAC a comprarme el disco de Iván Ferreiro que había publicado ese día. Bueno, no es que quisiera tener ese disco pero para unos cuantos de los primeros compradores estaban preparadas aparte del disco unas entradas para su actuación especial de este domingo, por casualidad en mi sala favorita: la Galileo. Iván tiene en Madrid, además, un concierto normal, en octubre, pero ese me coincide con el de Dani Martín. Así que se me ocurrió aprovecharlo de esta manera. Antes de las diez, o sea, antes de la apertura, ya estaba delante de la FNAC y a continuación me compré el disco. Pero al pagarlo en la caja no obtuve nada más, ninguna entrada, como había esperado. Sí, claro, es que Horská cree que aquí todo lo van a poner delante de sus narices. Probablemente hacía falta haber pedirla junto con el recibo en Infomación en la entrada pero la dama Horská no estaba segura qué decir más o menos, así que se fue de la tienda con un disco de casi dieciocho euros que ni compraría normalmente. Además, aquí no tiene nada donde pueda escucharlo, entonces al carajo. ¡Pero bien merecido se lo tiene! ¡Es una vergüenza y lo necesitaba! Ahora puede gimotear sobre sí misma. ¡Y le advierto a usted que no la defienda! Ay, qué lela soy ¿verdad? Bueno, continuemos, qué más…Fui al cajero para sacar dinero. Mi tarjeta de crédito fue aceptada por un cajero alemán con las instrucciones en inglés, eso fue bastante divertido. Pero recibí la pasta y la tarjeta y eso era lo más importante. Seguí caminando hasta aquella librería de Benjamín Prado a preguntar si (no)tenían uno de sus libros. Es que en español, a diferencia del checo, se hacen preguntas afirmativas – ¿Sabes?, ¿Tienes?, ¿Puedes?, ¿Consigo?. Así que me cuesta bastante pensar en ello :-). El libro de cómo nació en Praga el álbum de Joaquín Sabina no lo tenían. Otra parada – por fin la facultad de educación, la oficina para los estudiantes de Erasmus, adonde fui a presentarme oficialmente. La facultad ya la había conocido, pero en cuanto a la oficina andaba perdida. En el edificio paré a un señor preguntándole si sabía dónde estaba la oficina, es decir, la planta baja-el ala cuatro. Él me dijo que sí, que normalmente es por aquí pero -como podía ver- había obras así que tenía que rodearlo por arriba, después doblar, etc. Pues fui, arriba volví a andar perdida, él se dio cuenta y me dijo "No, no, hay que doblar al final del pasillo y después doblar otra vez." Bueno, entonces al llegar allí, llamé a una puerta no marcada, abrí y allí estaba sentado el personal auxiliar de toda la facultad y estaban merendando :-). La oficina, de verdad, no se encontraba allí. Bueno, un poco desesperada volví atrás y otra vez me tropecé con ese señor. Sonreía y preguntó si ya lo había encontrado. Entonces sonreí también y dije que desgraciadamente no, que me habían mandado al lado opuesto. Eso lo enojó, paró a una compañera preguntándole "¿Dónde, maldita sea, tenemos aquí la oficina para los estudiantes extranjeros?", que esta pobre señorita andaba perdida. La señora le respondió que ahora no estaba allí, que estaba en otro lugar y había que ir allí y allá. Y él respondió que vale y me dijo "Ven conmigo, te llevaré allí." De verdad me "entregó" justo a una señora de la oficina. A su compañera le comunicó qué embrollo había aquí y quién sabe qué más, volvió a sonreírme y guiñó el ojo diciéndome "¡Pues hasta luego!" ¡Un señor maravilloso! Mi salvador :-). La mujer llevaba un rato charlando por el teléfono y luego se dirigió hacia mí y me preguntó que por qué estaba aquí. Entonces dije que era estudiante de la República Checa y que no sabía en absoluto qué tipo de papeles me iba a exigir :-). Abrí la carpeta, ella escogió, lo discutimos un poco y después me dijo que el miércoles 2 de octubre por la mañana habría una reunión informativa (hoy me ha llegado un email diciendo que la reunión sí que será el dos, pero desde las 12, pues los españoles y su "mañana" :-) ). De allí fui a casa, es decir, otra vez por la mitad de Madrid, pero esta vez por otro camino, parcialmente por el que cada mañana voy en metro, o sea, por Cuatro Caminos, dicho de otro modo, por Un millón de escaleras. Me paré en la filial de la FNAC de aquella zona y logré pillar el álbum primero de todos de Pereza, de los que aquí en abril y en junio había a punta pala, en cambio ahora en el centro no se podía conseguir. Lo que pasa es que además allí descubrí los discos de Quique González en oferta. Pues, no podía dejarlos allí, ¿verdad?...ay, pobrecita de mi tarjeta de crédito, que, de hecho, es una tarjeta de débito. Y como estos asuntos financieros me cuesta entenderlos, al banco puedo entrar solo en compañía de mis padres  (*explico: me refiero a una negociación en mi banco durante la que mi asesora desesperada conmigo llegó a la conclusión de que sería mejor si la próxima vez viniera con mi padres; ay, ese lenguaje bancario me torturá hasta la muerte, soy un caso perdido). Bromas aparte. Al llegar a casa las chicas me preguntaron -como siempre- que cómo estaba y yo, en vez de mi habitual "Muy bien", contesté que terrible. Se asustaron. Entonces añadí que los paseos con la parada por la FNAC me iban a arruinar pronto. Y les enseñé la bolsa llena de discos. Se extrañaban de por qué no los descargaba de la web, pero yo les expliqué que de ciertos artistas, sobre todo de los españoles, quería los originales. Por la tarde además me pasé a comprar alimentos. Y como el otro día me jactaba de comer aquí ejemplarmente, pues confieso avergonzada que me había jalado una bolsa de patatas fritas y una tableta de Milka con avellanas. Un desliz. Se lo prometo. Por la noche le pedí disculpas a mi barriguita. Ay, y una cosa genial – me enteré de que ese descubrimiento mío, el cantautor Dani Flaco, cuyo concierto me había perdido el pasado miércoles, iba a repetir pronto en el mismo bar. ¡Así que ya tengo muchísimas ganas! Y también me respondió Clara, la dueña del piso y la madre de Begoña e Inma, que podía prolongar el contrato y quedarme aquí hasta el final de enero y también pagar en efectivo. ¡Estupendo! Y la última cosa de este día: ¡muchas gracias por su mensaje! ¡Qué rareza aquí en el extranjero! ¡Gracias!!!  


el miércoles 25 de septiembre:

Hoy pedí un antifaz, sabe usted, esa máscara de tela para los ojos, y espero con ilusión que mi hermana me lo traiga. Las ventanas las soy capaz de tapar perfectamente, pero tras la puerta de vez en cuando sale la luz del pasillo y las chicas varias veces se acuestan a las tantas de la madrugada. Otra curiosidad – durante el día me escribió Daniel, ese tipo del parque, que si iba a ir al concierto de mañana en la Galileo, que podríamos ir juntos. Sentí mucho alivio al darme cuenta de que se refería al del jueves porque a la Galileo iba esa noche, es decir, el miércoles. Reconozco que decidí ignorarle. El número se lo di de hecho solo porque no sabía cómo reaccionar. Además me descargué en el móvil una aplicación para bloquear mensajes y llamadas de ciertos números. Pensaba que así lo olvidaría mejor, no obstante, lo bloquea a él, yo sigo teniendo acceso a los mensajes, es decir, los leo y también recibo informaciones sobre las llamadas perdidas. Bueno, estupendo (?). Un tema mucho más agradable es ese concierto. Otra vez en la Galileo. Entré y en cuanto me vio el camarero gritó: "¡Aaah, señorita! Ven a tu mesita, ya te espera." Eso fue tan amable, que me hubiera reconocido y que yo estaba ya tan integrada :-). Llegó otro camarero para preguntarme qué iba a beber. Esta vez pedí una caña. Dijo que había solo cerveza en botella y yo respondí que eso no me importaba, que la iba a tomar. ¡Y la apuré! Mi primera botella de todas y durante el concierto me la bebí completamente :-). De tapas, ese aperitivo gratis que acompaña la bebida, volví a obtener cacahuetes y galletas saladas. Como me fijé, lo sirven casi para todas las bebidas. Por un lado, me da pena un poco no descubrir algo típico español y además por 5 euros podían lucirse más, por otro, si me sirvieran aceitunas u otra cosa que no como y que no me bajase la cerveza...pues, puedo estar contenta. El concierto puedo resumirlo así: los mejores eventos son esos de los que uno no espera nada. Yo fui al concierto de César Pop por eso, porque lo conocía como el teclista de Pereza y de la banda que acompaña a Leiva. Como cantautor era desconocido para mí. Pero fue fantástico, había un ambiente hermoso, de nuevo actuó también ese tal Dani Flaco, al que me había perdido una vez pero pronto iba a repetir. Y para el final, salió al escenario el frontman del grupo Los Madison, que le gusta a Leiva, y yo conozco al grupo gracias a él. A ese tipo no lo reconocí, pero en cuanto empezó a sonar la canción "Compás de espera", me orienté enseguida. Simplemente una noche fenomenal. Después de llegar al piso me fijé en que Daniel me había vuelto a escribir que si mañana no podía, que no pasaba nada, pero sobre todo que comprara las entradas para el cuatro de octubre. Y que si quisiera charlar durante el fin de semana que le avisara. Ay...él quiere solo ser amigos y yo me comporto como una idiota. Bára me consuela diciendo que tengo derecho a elegir, que simplemente es cosa mía qué voy a hacer, dónde y con quién. Vale, tiene razón. Pero yo solo no sé cómo reaccionar ahora, simplemente si lo encuentro el próximo viernes en el concierto, ¿qué voy a hacer? La entrada la compré por la web, la recibí por el email y él no tiene correo electrónico así que en parte confío en no volver a verlo jamás. ¡Ojalá! ¡Pero me lo merezco!


bueno y el jueves 26 de septiembre:

Después de despertarme quería escribirle enseguida para no olvidarlo y para cumplir el intervalo de cinco días, y no volver a escribir novelas, pero era como si estuviera en una central telefónica. Me escribió Káča – esa maestra de Praga en cuyo piso había pasado la noche antes de mi salida a Madrid – pidiendo perdón por haberme dejado 3 semanas sin respuesta ya que estaba ahogándose en el trabajo. Inmediatamente después me escribió mi compañera de instituto y me preguntó que cómo estaba y me recordó que había prometido mandarle unos enlaces de mis canciones favoritas españolas. ¡Pues puede imaginarse usted qué lista le mandé! Hasta la Navidad no tiene que hacer nada más que escuchar. Además tuve la necesidad de, por lo menos un poco, comentar todo para que se hiciera una idea de qué escuchaba. Y por añadidura leí rumores en la web de que Richard Krajčo se divorciaba por segunda vez (*explico: Richard Krajčo [se pronuncia como „rijard kraicho“] es un actor y líder del famoso grupo checo "Kryštof"/"Cristóbal", la versión checa de Dani Martín, según mi opinión). Y algo que me sorprendió mucho y me alegró a la vez: por la noche había puesto en el Twitter un mensaje cortito de que acababa de regresar de un concierto maravilloso de César Pop. Lo uso en español a diferencia del Facebook. Bueno, y allí funciona de forma que César Pop se había fijado en ese comentario mío y lo había marcado como favorito. Pues, claro, él había marcado más mensajes, pero aun así sentí alegría de que no lo había pasado por alto :-). Y bueno, la última cosa: antes de recuperarme, era ya tarde por la tarde y ¿qué podía hacer? Dado que hoy se celebraba el Día Europeo de las Lenguas, el Centro Checo de Madrid echó, en la filial francesa en el centro de la ciudad, la película checa "Rok ďábla/El año del diablo" dirigida por Zelenka y protagonizada por Nohavica, Čechomor y Plíhal con subtítulos en español (*explico: los protagonistas no son actores sino cantautores checo populares). En la sala de al lado presentaron "Krteček/El Topo" pero necesito hacer avanzar mis límites y aumentar el nivel de exigencia  (*explico: Krteček es una serie de dibujos animados para niños en la que los personajes casi nunca pronuncian nada más que sonidos emocionales). Fue divertido que por una parte nos reunimos solo ocho personas, de los que cuatro eran organizadores y por otra, debido a los subtítulos, porque simplemente muchas cosas los autores no se habían molestado en traducirlas. Pero la película me encantó, la conocía solo un poquito. Bueno, y ahora estoy en casa, la ropa se ha lavado y la secadora ha terminado, acabo de prepararme el puré de legumbres, voy a darme una ducha y me acostaré. Las chicas se fueron y regresarán el domingo por la noche así que voy a tener bastante tranquilidad aquí. El viernes, o sea, hoy, pienso ir a la policía para presentarme como extranjera con residencia a largo plazo y para pedir que me otorguen el número de identidad para extranjeros. Pues, tengo curiosidad por saber cómo acabará, llevo conmigo solo el DNI. Por la noche probablemente quede con una amiga mía de la República Checa que había llegado a Madrid el lunes y va a estudiar aquí hasta febrero.  Bueno, y el fin de semana está lejos.

Estoy muerta de cansancio, le envío saludos, todas mis preguntas para usted del email anterior siguen siendo válidas y ¡espero con ilusión su respuesta! ¡Pero no cueste lo que cueste, tómese su tiempo y pase bien el finde, sobre todo si llega el veranillo!

Su Kristýna Ampóllez y Cállez desde Madrid


Y las fotos no pueden faltar:

Pues y qué ha recibido: las fotos oficiales de la presentación de los libros de Benjamín Prado, o sea, la burla de mi supuesto bronceado; acerca de la foto con Benjamín – reconozco, como voy sola a todas partes, el jueves me daba un poco de pena que mientras los demás se dejaban sacar fotos con él, yo me quedé sin foto – y ¡zas! el shock por la noche cuando vi el Facebook; luego la foto de la firma de autógrafos de Dani Martín con la cola llena de gente; el Palacio de Deportes; las fotos del concierto tanto de César Pop como de Benjamín (el señor con sombrero de copa) con Rubén y Rebeca; la Academia donde tuvo lugar la exposición de fotos; los abanicos que deseo y los discos "usurpados". 

K.


















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