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Megaemail n° 14

¡Mi querida maestra!

Una lectora valiente y constante con una resistencia increíble y un entusiasmo proporcional a la longitud de mis aventuras escritas, pues con qué le saturaré esta vez:


 

el lunes 11 de noviembre:

Después de enviar el megaemail n° 13 todavía voy a secarme el pelo. Begoña debido a la visita arreglaba tan minuciosamente que en vez del secador marrón encuentro dos grises, pero ese original está no se sabe dónde. Entonces me quedo uno de esos hallados. Es buen cañón, al manipularlo me pasa por la cabeza la expresión "la ametralladora". Recuerdo que esta palabra se repetía sin cesar en Por quién doblan las campanas de Hemingway, hasta que no lo soporté más y alargué la mano para coger el diccionario (aparte de esto intento leer sin él y sacar conclusiones del contexto). Significa "kulomet". Por recomendación de quién leí ese libro, ni lo menciono. Me acosté sobre las tres, a la facultad me fui a las once y media. Comí mucho, la verdad es que para hacer mijos sigo sin tener tiempo, pero también esa papilla de avena a uno lo sacia bien. El tiempo fue maravilloso y yo salí bastante temprano, así que de camino en las tiendas buscaba unas gafas de sol pero nada de nada. Tengo la sensación de que ningunas me quedan bien. El Hablador - ¡genial! En la clase nos leyó casuísticas, o sea, varios ejemplos concretos de la práctica en los que demostraba trastornos individuales de los que aprendimos. A decir verdad, ese examen será una masacre. En octubre llené escribiendo en el cuaderno toda una parte de color reservada para Psicopatología. Menos mal que en otras asignaturas no vamos a tanto ritmo, eventualmente salimos de las presentaciones de ordenador. De vuelta a casa decidí pasar por algún sitio para comer. Eso absolutamente a propósito. Por una parte, de mi papilla han pasado más de cuatro horas, por otra, con mi gasto de energía (el camino de casa a casa tras la facultad = 14 kms) y sobre todo las temperaturas de 17°C y el sol invitaron directamente a refrescarse fuera. Elegí un bar que me interesaba desde hace mucho. Tomé un "bocata de queso Manchego" de lo que resultó una barra de pan cortada en dos partes y cubierta de queso cortado en lonchas. Así que lo que el otro día me jalé en casa antes de salir al concierto fue una merienda típicamente española, solo no lo sabía y además me había salido mucho más barato. Pero se trata de vivir el estilo español y tampoco lo tengo en mi programa cada día. Además, junto a la Cola me dieron tapas (o sea, no solo junto con el vino o la cerveza se sirven) – un platillo de aceitunas (no me gustan mucho) pero también con pepinillos pequeños (por fin alguna comida fermentada que me falta en mi plato completo) y también algo buenísimo – del camarero sonsaqué que se trataba de unas cebollitas encurtidas en vinagre. ¡Fue "yumi"! :-) De camino a casa, si me queda tiempo, suelo intentar ir por las calles por las que todavía no he ido. Así que hoy, desde la plaza de Antón Martín, fui por la calle perpendicular a Atocha, bruscamente abajo. Algo me atrajo allí muchísimo. Pero qué sorpresa que abajo se escondía el famoso barrio Lavapiés. Yo divido Madrid según los cantantes: – noreste (Alameda de Osuna) es Leiva con Rubén, alrededor de Bilbao es Quique González, Argüelles Juan Aguirre, pues Lavapiés es "la central" de Dani Flaco (=el cantautor cerdo, sabe). Además, desde allí continué a casa por la calle Argumosa, o sea, ésa por la que aquel entonces me había preguntado esa pareja perdida entrada en años y yo con el callojero en el bolso enseguida caí en la cuenta. El paseo por las calles fue precioso, sin embargo muchos dirían "excepto esa pocilga". Ya escriben de eso hasta los medios checos – los barrenderos de aquí están en paro y es una pasada. Cuando lo vi el primer día pensaba si por la noche había hecho un vendaval o si los hinchas animados habían regresado de algún partido. Contenedores y cubos de basura revueltos hasta donde alcanza la vista. La alcaldesa Ana Botella exclama que los madrileños son rehenes de los huelguistas, los madrileños dicen que son rehenes de Ana Botella (lo leí en el Twitter, lo compartió Benjamín Prado, así que para mí está garantizado). De todos modos, todo el mundo está disgustado por esa leonera increíble y por los montones de basura, aunque a mí no me importa tanto (y si pudiera, enseguida me pondría a limpiar, soy una Cenicienta al revés – nada de pasar por los bailes sino hurgar en la basura y separar ¡yumi! Qué relax perfecto es para mí esto siempre. :-) No obstante, con lo que tengo un problema tremendo (y eso por desgracia probablemente no fue, no es y no será de ninguna manera reflejado) es con tener en la vista sin cesar ese derroche increíble en megatamaño – por todas partes folletos entregados en vano, residuos de los fastfoods, envases de las comidas, las propias comidas. Ay. Europa civilizada, ¿a dónde has llegado? Por si no fuera poco, en casa me destroza Begoña. Se fijó en que de la bolsa de basura en la cocina (la que yo sería capaz de reciclar en un 70% y que hace dos días que la debía sacar) salía un líquido. Si yo fuera el medio ambiente de aquí, pronto emigraría. Al estar tan pasmada ni fui capaz de preguntar por qué no lo ponía en el balcón (aquí los cubos de basura no están disponibes antes de las ocho de la tarde). Bueno, pasemos a un tema más agradable: me preguntó Anita (esa madrileña que vive en París con la que me llevo bien en cuanto al gusto musical :-)) si estaría en Madrid durante las Navidades. Ella llegará el 23 de diciembre y tiene ganas de conocerme por fin personalmente. Tengo que reconocer que me cae superbien, sobre todo cuando le advierto de mi español hablado miserable (sigo estando en el mismo nivel que Botella con el inglés) y ella me asegura que en París lucha con el francés y no duda de que nos entenderemos. Bueno, si nuestro "denominador común" es Leiva, entonces de verdad no tengo que preocuparme. :-) Por la noche por fin me preparé el plato completo (bueno, casi, me falta allí un poco de verdura fermentada), pero también esto se nota. Como dicen las chicas, mis dos gurús y las autoras de la web "Jíme jinak" / "Comemos de otra manera" (*explico: una página web dedicada a la macrobiotica) Eva y Helena, el cuerpo reaccionará enseguida. Sí, mi barriguita estaba contenta. Y un agradecimiento para usted: sus mensajes me recargan. :-) Me decía cuánto tiempo tiene que estar metida delante del ordenador, si ni tiene demasiadas ocasiones en las que conectarse ¡y usted se los imprime ingeniosamente! ¡¡¡Gracias por todos los mensajes con los que me "abastece" desde mi salida!!!
 

 

el martes 12 de noviembre:

Por la mañana – ay, no, eso es una expresión tremendamente inconveniente, o sea de otro modo – cuando me levanto, me visto, como y salgo por las calles soleadas a la facultad. Como escribí el otro día, la profesora de Didáctica es enormemente puntual así que cuando eran las tres y ella no estaba, ya me veía en el banco bronceándome con el ipod en las orejas. Pero al rato apareció y mi gozo en un pozo. ¡Pero tengo que reconocer que se trató de mi mejor clase hasta ahora! Pues claro, no hablo de mi brío de trabajo, por supuesto que ese segundo capítulo que debíamos haber preparado para hoy ni lo había terminado. Si no se trataba de traducirlo y entenderlo entonces la mera lectura en mi caso es lo mismo que no leerlo nada. Pero esos esbozos eran suficientes, ya que en la clase lo habíamos repasado y nos habíamos explicado pasajes sueltos y eso me convino mucho. También en mi universidad de Praga me gustaría mucho este método interactivo. Y bueno, esta vez la profesora a menudo se ha dirigido a mí con las preguntas. Primero, al hablar del Instituto Cervantes, un establecimiento que está encargado de promocionar la lengua y cultura española en el mundo, llamado en honor al famoso escritor Miguel Cervantes. Una de sus filiales está también en Praga y a ella le interesó si alguna vez había estado allí. Cuando asentí con la cabeza y añadí que usaba sobre todo la biblioteca de allí respondió que le alegraba mucho oírlo. Luego se habló del tema de con qué tenían los extranjeros problemas, pues, otra vez aprovechó mi presencia en la clase. Cuando reconocí verdaderamente que me cuesta más reaccionar al español coloquial asintió con la cabeza y enseguida añadió que justo esto es lo que los libros de texto no pueden enseñarles, ya que no lo incluyen. Pero dijo que si unas veces iba a un bar a tomar una copa, entonces seguramente empezaría a hablar pronto. Entonces, reí cordialmente con mis compañeros. Sin embargo, the best fue el final de la clase. Quería que le explicara mi manera de aprender español. Le dije que lo hacía a través de las canciones, además también seguía al intérprete referido en el Twitter y Facebook y gracias a eso estaba en contacto con el español coloquial. Y que también leía mucho y escuchaba entrevistas y siempre cuando descubría algún vocablo desconocido para mí me lo apuntaba con toda la frase porque después lo recuerdo mucho mejor en ese cierto contexto. Estaba toda entusiasmada y me alabó muchísimo por este método. Bueno, a ser sincera, entre nosotras, no quería quitarle la alegría. Así que ella no sabe en absoluto (o como diría Leiva "no tiene ni puta idea, tío") de que en mi cuaderno se pueden ver frases como: la SUPERACIÓN de la pantalla de la puerta del portal, la llave METIDA en la cerradura, PATADAS en la puerta, el vecino en la BATA, ocho croquetas en PAPEL DE PLATA (es que Leiva en la radio había descrito su vuelta a casa con mucho alcohol en sangre que había causado la bajada del ascensor una planta más abajo sin notarlo; el día siguiente le pidió disculpas a su vecino con croquetas hechas con sus propias manos). Bueno, también sé decir en español con fluidez frases como por ejemplo "No me estoy RASCANDO el culo, estoy sacándome una púa.", "El boli no pinta en EL PEZÓN.", "Animales habla de echar un polvo en EL DESCAMPADO con un condón." Bueno, reconozco que es difícil entrar en una farmacia con la intención de comprar (lo que en checo llamamos) "náplasti" y en mi cabeza aparecen tres expresiones para el sexo oral, cuatro para gayumbos y cinco para lo que hay dentro de ellos. Por otra parte, nunca me ha gustado esa lengua tanto como ahora. El Instituto Cervantes puede irse a freír espárragos, esto es "El Instituto Conejo Torres" (la nota de redacción: Leiva – en realidad ciudadano decente José Miguel Conejo Torres). Antes de irme a la clase siguiente aún la profesora mencionó delante de todos si también habían notado que yo hablaba mucho mejor que en octubre. Qué va. Para que lo entienda usted, hace un mes no hablaba nada porque no había nada de lo que hablar. Así que ahora tienen la sensación de un progreso extraordinario. Insisto en seguir estando en la primera fase de mi división privada del nivel de español:

1. Hablo español peor que Ana Botella inglés (diplomas A1-A2)
2. Hablo español mejor que Ana Botella inglés (diplomas B1-B2)
3. Hablo español mejor que Ana Botella (diplomas C1-C2)
4. Hablo español mejor que Ana Botella y entiendo cada palabra a Dani Martín (un diploma no existente D)

Bromas aparte, las cuatro y media – Psicología del aprendizaje. Habitualmente me aburro, pero el día de hoy trajo dos momentos interesantes: primero cuando a mis compañeros se les acabó la paciencia con el tema que discutimos (según dicen, lo conocen de los cursos anteriores). Se abatieron sobre la profesora como buitres y a mí me gustaba contemplarlo. Sus sensaciones las conozco bien de la Didáctica enseñada en Praga. Esta asignatura la tuvismo durante los estudios de grado con la profesora Kasíková, luego tuvimos que pasar el examen final de ella ¡con otra profesora!, luego volvimos a tenerla hace un año en el primer curso de licenciatura y otra vez pasaremos otro examen final de ella, casi del mismo temario. ¡Esto es una burrada totalísima! Además, nosotros, los que nunca hemos enseñado, de nuevo vamos a repetir algunas estupideces sobre qué y cómo se hacen las cosas, y por si fuera poco, por segunda vez en el mismo departemento. ¡Al carajo con esta burocracia de estudios! Psicología como asignatura no me gusta nada, pero la profesora me cae bien. Fue amable conmigo desde el primer momento. Es una señora simpática con poco más de treinta diría yo. Todos los reparos los acepta, en muchos aspectos se pone de lado de los compañeros y promete que intentará dirigir las clases a la esfera práctica si lo desean tanto. ¡Anda!, ¿eh? Nosotros los jóvenes queremos saber algo del mundo real. El momento número dos – su "minuto de gloria" se lo llevó el proyector. En la facultad hay algo como un personal auxiliar que está a disposición cuando uno necesita subir las persianas en el aula, calentar más, encender el ordenador y el proyector, eventualmente el micrófono de solapa. Hoy fallaba la imagen, entonces la presentación estaba desenfocada e ilegible. Antes de llegar el personal, jugaba con él la profesora, luego esa "señora auxiliar" y después alguna técnica. Ninguna de ellas logró ponerlo en marcha, sin embargo las clases contiuaron y además, terminamos en vez de las seis a las 18:03. ¿Entiende usted? ¡Cero tres! ¡Tres, tres, tres! ¡Y a eso El Hablador no se atrevería nunca! ¡Y eso que él es mucho más interesante! A casa corrí porque no había tenido nada para merendar y seis horas sin comer son seis horas sin comer. Jugaba con la idea de comer en algún lugar, pero con respecto a ayer no quería gastar otra vez. Por otra parte, el hambre era tremenda. Llegué a un acuerdo: una barra de pan por medio euro de la panadería y, en casa, el arroz con la salsa de lentejas y un brócoli guisado. El pan lo obtuve todavía caliente y esta vez devoré un tercio sin remordimientos, pero el resto ya lo apreté en el bolso y continué a casa con la visión de una buena cena. Los martes y los jueves suelo terminar a las seis (a veces hasta tres minutos después de las seis, verdad). Al regresar, anochece y por eso ahora voy por la ruta alrededor del palacio real, Ópera y calle Arenal a la Puerta del Sol porque está hermosamente iluminado. Y caminando me digo que ya hace mucho tiempo desde que me encontré a alguien famoso. Llego hasta Sol y ¡zas! – ¡delante de mí Quique González! Sí, ese cuarentón de Enrique que entró en la historia como el primer español bien saludado por la señorita Kristýna a la que inmediamente después garabateó el disco de tal manera que ni la estudiante de chino era capaz de descifrar lo que con esa dedicatoria había querido decir. Desde esa firma de discos me han entrado más ganas de él especialmente, para dormirme no escucho nada más y justo hoy de camino a la facultad tenía puesta una de sus canciones en reproducción repetitiva. Me pasó por la cabeza si no lo debería parar – en el marco de "el entrenamiento para Leiva". Caminando a casa me divierto imaginándome como le habría entrado corriendo en el camino con las palabras: "Hola Quique, no quiero molestarte, solo necesito probarme para ver si soy capaz de una expresión oral fluida en español y a la vez si no caigo redonda si llego al campo visual y a la zona privada de un cantante famoso español. Es que les había prometido a las chicas que cuando encontrase a Leiva, cruzaría unas palabras con él (ellas se hacen ilusiones de que traeré la foto y la firma pero NADA DE ESO!) Bueno, y como sigo tropezando con tu compadre más a menudo que con la basura en Huertas, corre el peligro de que vuelva a aparecer delante de mí otra vez y a la tercera ya no me libraré. Pues qué te podría decir. No me gusta cuando nosotros los desconocidos estamos afirmando a vosotros conocidos "¡Tienes que recordarme! ¡Si nos vimos en la firma de discos!" Pero de mí te acordarás seguramente porque no te ha pasado en toda tu carrera que alguien te pida Y griega con el acento detrás de T y lo demande utilizando la preposición de tiempo. De esta forma me disculpo, ya sé que debía decir DETRÁS. Pero bueno, nadie es perfecto, por ejemplo tú no sabes escribir de forma legible. Y por cierto, en cuanto a tus discos, los podía robar en la FNAC durante la evacuación pero yo regresé a por ellos y me los compré legalmente. ¿Qué asombrado estás eh?" Madre mía, debido a esta hambre yo no sé qué hago. La risa se me va en el momento en el que me doy cuenta de qué suerte tengo de seguir encontrando a gente famosa, por el contrario, al Pelmazo/Fondista/Loco no. Puf. ¡Gracias a dios! Al pie de la letra. En casa, triunfalmente ceno la comida que me reanima y veo a Šmoldas de "El show de Jan Kraus" del viernes. Su humor y su forma de expresarse molan. Y también por fin regresó Inma. Le dije que la había echado de menos porque sin ella no se había podido gritar a coro "Qué cansado". Es que se trata de un eslogan nuestro. No hay día que no lo oiga. Si lo hay, no estamos Inma o yo en Madrid. :-) Y por cierto, un momento esencial del martes – en el Twitter acabo de leer el tweet donde Leiva se jacta de que había encontrado "HŘIB" y yo gracias a eso me apunto un nuevo vocablo "EL BOLETUS". Si lo sigo diciendo, en el fondo es un chico terriblemente decente. :-)
 
 

el miércoles 13 de noviembre:

Durante la mañana repaso leyendo las respuestas a los emails que por la noche, con un retraso que mejor no especificar, escribía y enviaba. Por suerte todo está bien. Durante el día me paso por la facultad para la clase del Hablador – otra vez leyó del libro, incluso después de la clase le pregunté por el nombre, y ¡olé! a casa, a comer y esperar la visita, ya que hoy por fin está programado el cine con Marcelka. La primera fecha – el jueves pasado – no salió por mi culpa, o mejor dicho debido al concierto de César Pop en la Libertad. Con Marcelka me veo después de unos increíbles cuatro años. Estudiábamos juntas en Liberec español, yo lo dejé al pasar a Praga mientras que ella llegó hasta al final y ahora termina los estudios de la licenciatura en Brno. En la uni éramos cercanas no solo por vivir cerca (proviene de Sloupnice) (*explico: una aldea pequeña que está cerca de Česká Třebová, mi ciudad natal). Sin embargo, me sorprendió muchísimo cómo estábamos de acuerdo con todo también aquí. De Madrid estamos encantadas igual y deja en nosotras las mismas impresiones: las dos estuvimos perdidas al buscar el rectorado (un edificio impecable y cercado que uno rodea varias veces convencido de que seguramente no puede ser eso); a las dos nos falta aquí un hervidor de agua eléctrico (¡las chicas cuecen el agua en el microondas!, yo en el horno inductivo); a pesar de las indecisiones iniciales encontramos el gustillo a las bolsas de compra con ruedas (ya que aquí de verdad los arrastra todo el mundo, no solo los ancianos como en nuestro país), no obstante, las compras en los supermercados las odiamos igual (así que si vamos allí, intentamos hacer la compra lo más grande posible para no tener que repetirlo pronto); a ninguna de nosotras dos le llama la atención el Prado (aunque Marcelka, por decencia, pasó por allí); por las noches nos morimos de frío (le aconsejé que se pusiera los legins debajo del pijama :-)); tiene la comprensión para el término "pelmazo" (ya que esta experiencia la tenía incluso dos veces); estamos locas por las palmeras y las galletas "Príncipe", las cuales devoramos de la misma manera (partir, roer la galleta alrededor del chocolate y después comer el resto) y las dos cosas repercuten en nuestra línea, o mejor dicho, en la barriga – yo estoy satisfecha con las piernas en las que gracias a mis marchazas mis músculos desde los tobillos hasta las caderas salieron del anonimato. Elegimos el cine detrás del Retiro. Salimos con una antelación de cuarenta minutos. Gracias a mi experiencia con la firma de discos de Dani Martín en Goya, ya sé que es una necesidad. Bueno y ese cine se encuentra en algún lugar por allí. Por cierto, de eso nos dimos cuenta diez minutos antes de las ocho, de que no bastaba saber solo la calle, sería oportuno conocer también el número. Como estábamos perdidas y esperamos hasta que en el móvil se conectara el internet para que supiéramos exactamente a dónde dirigirnos propuse que si lo íbamos a perder por lo menos podríamos pasar por algún bar a tomar tapas a pesar de habernos puesto moradas con las galletas. Al final sale bien y a las ocho nos compramos las entradas y yo presumo con la experiencia de los conciertos que aquí en España incluso una media hora de retraso es nada, o sea, genial, lo logramos. Pues no. En la sala entramos cuando de la película ya han puesto tres minutos. Empezaron a las ocho en punto. Esta película española se estrenó a finales de octubre y se llama Vivir es fácil con los ojos cerrados. El nombre sale de la letra de la canción Strawberry fields forever de Beatles porque la película habla sobre un profesor de inglés que a sus alumnos les enseñó esa lengua justo a través de las canciones de los escarabajos de Liverpool. Si pienso a dónde llegué yo con las canciones de Pereza y Leiva –hablo del vocabulario- puedo olvidarme de algo similar si no quiero pasar algún tiempo en la cárcel por poner en peligro la educación moral de la juventud (aunque ya tan deprevada). Ese profesor emprendió el viaje en busca de Lennon, que en ese momento rodaba en España, para darle las gracias y decirle lo que para él significa su música. De la película llegué a saber gracias a Leiva, él la recomendaba en el Twitter, sin embargo, de este enredo o, si quiere, de esa "paradoja que te cagas" o la sensación de déjà vu, no tenía ni idea. Marcelka dijo que hacía mucho que durante la proyección no alargaba la mano por el móvil para saber cuánto tiempo todavía iba a aguantar. Le encantó y a mí -después de recuperarme de lo que había visto en la pantalla- de hecho también. Del cine salimos con que ni ahora vamos a tomar las tapas debido a esas galletas malditas en la barriga. Pues en otra ocasión. De camino a casa continuamos charlando: coincidimos con que estudiar en una ciudad pequeña no lo soportaríamos, que necesitamos seguir descubriendo algo nuevo. Igual queremos después de regresar a Chequia empezar a trabajar y estamos de acuerdo también en el hecho de que si hubiera un trabajo aquí nos quedaríamos, ya que en Madrid uno se siente mucho más seguro que en nuestro país. Pero de verdad solo si se tratara de algún trabajo, otra estancia de estudios no entra en cosideración porque ya estamos hartas de ensayos y semejantes obligaciones escolares inútiles que después en realidad no le sirven totalmente para nada. Añadiendo que además somos bastante mayores. Marcelka lo nota en sus compañeras y yo cuando veo el entusiasmo de las chicas por las fiestas del finde y para los Simpsons (todo septiembre llevé pensando qué eran esos sonidos raros que salían desde el salón, sí, esta serie americana doblada :-)). Fue una tarde guay, el próximo viernes vamos juntas al concierto y el próximo domingo tal vez a esa Retirada de Havel. Depende de cómo logremos hacerlo. Tengo curiosidad especialmente por mí, la agenda está llena a tope. Además, después de llegar a casa me compro las entradas para el concierto del grupo Alamedadosoulna (el nombre que sale del barrio Alameda, el fin de Alcalá, no es casual), pero me coincide con el de Rash. A él así me lo perderé ya por tercera vez. Le diré a usted que con este "boom" cultural en Madrid de verdad ni soñaba.
 

 

el jueves 14 de noviembre:

Me duermo – como siempre- "con Quique", como siempre antes de amanecer. Desayuno como siempre a la hora del almuerzo por lo menos, por fin, esos mijos. La cocina está brillando como nueva, lo que tiene solo una explicación posible. Sí, es así, esta semana le toca la limpieza a Emejota, actualmente llamada por Begoña –no sé por qué de repente- "Pepi", o sea, en checo "Pepička". La alegría me la produce la vista al correo electrónico – recibí la confirmación de un centro cultural madrileño donde van a echar la película Temporal. Las entradas no se venden, solo hacía falta pedir la reserva del asiento. Sobre la película no le diré mucho, ni yo sé de qué trata. Solo una cosa está clara: la música la compuso Leiva. ¿No hay que añadir algo más eh? :-) ¡Ojalá ya sea sábado 23 de noviembre por la noche! ¡Tengo unas ganas increíbles! Hoy es uno de los últimos jueves cuando tengo solo la Psicología porque pronto mi grupo ya tendrá desde las 15 Didáctica, que por ahora la tiene el primer grupo de mis compañeros. Bueno, y qué no me pasó otra vez de camino a la facultad (ay, tranquila, nada de Leiva número tres, jaja). Voy, bastante cansada, no obstante esta vez sin auriculares en las orejas. Después de atravesar a la acera opuesta un chico en bici me pregunta de dónde tengo un bolso tan chulo. Sonrío, le doy las gracias, digo que de la República Checa y continúo en el camino. Bueno. Pero él aligeró el paso, para mi ritmo su bici fue justo suficiente y empezó a charlar, ni ponía preguntas directas, en esencia solo se aseguraba: "¿Y tú eres extranjera eh? ¿Estudiante de Erasmus eh? ¿En la Uni Complutense eh?" Le diré a usted, primero de verdad estaba bastante cansada, tenía prisa y por añadidura ese interrogatorio suyo. Luego a hablar de sí – resultó que estudiaba en la misma uni que yo y justo ahora se dirigía allí, vivía en Atocha lo que está lejos y por eso esa bicicleta. Bueno, tú me hablas algo sobre la distancia de Atocha a la ciudad universitaria. Pero ojo, ya escarmenté con El Pelmazo/El Fondista/El Loco así que tenía mucho cuidado con lo que le decía y al haberme preguntado por mi nombre me di cuenta: ¡hostia! ¿por qué yo de hecho debería decir la verdad? Pues, soy Karolína, encantada. Vivo en Praga. No me gusta el arte. De la música revelé solo Amaral. En el caso de que alguna vez se me cruce en el camino un tercero, igualmente molesto, le comunicaré que en la música para mí el número uno es un cantante flaco y tatuado con un pendiente en la oreja. De verdad, no soy capaz de mentir sin cesar. Pero ya nada me impide "equivocarme" en el nombre y añadir: Justin Bieber. Él tiene que ahuyentar a estos tipos mejor que un spray de pimienta. :-) El Ciclista, después de planear mi fin de semana con recomendaciones de todo tipo sobre qué y dónde podría hacer en Madrid en su compañía, se separó en Gran Vía porque tenía que arreglar algo en alguna tienda. Ay. Yo de verdad no sé qué actitud tomar. Tengo remordimientos porque represento a la República Checa y esa forma mía de responder ásperamente está en contraste total con la amabilidad y amistosidad españolas, que me caen muy bien pero, la verdad, con ciertos límites. Además, de algo similar hablé ayer también con Marcelka: cuando uno estando en una mini-ciudad depende de la vida estudiantil (estudiar en la uni, ir de juergas, establecer contactos con la gente del todo el mundo, aprovechar excursiones ofrecidas – simplemete una estancia típica de Erasmus) entonces agradece cualquiera "aborigen". A mí me costó muchísimo atreverme a hacerme estudiante de Erasmus y luego arreglar todo de tal manera que con el típico Erasmus no tuviera nada que ver. Ahora quiero disfrutar a tope de mi sueño conseguido y no explicar sin parar por qué soy como soy. No voy a desistir de mi Alcalá, no voy a algún lugar adonde ahora mismo no me apetece aún más si me lo organiza otro. No llevaré ni por asomo a alguien conmigo a los conciertos para después explicar a los nativos quién es quién en su escena músical. Y punto. Me parece que mentir y crear el alter ego Karolína será la única variante posible. Con esta tarde "guay" enlazó una clase "guay" – el aula estaba sobrecalentada que te cagas, tuvo que llegar el personal auxiliar y abrir las ventanas. Esas están – para los españoles bastante pequeños – muy alto. Una señora subió a la mesa, la profesora la sostenía e intentaban alcanzar la manilla para abrir las contraventanas. Mis buenos modales no me permitieron documentar esta escena con el móvil. De camino a casa me compré la revista Elle con Sara Carbonero en portada. En marzo entrevistó a Leiva, sí, esa entrevista por la que puedo estar aquí hoy. Por eso esa opción en el quiosco. Hojeando descubro una entrevista al director de la película de ayer (* David Trueba), menciona que le encanta Miloš Forman. Ay, como me gustan estas casualidades. :-) Leo hasta caer por el cansancio.
 

 

el viernes 15 de noviembre:

El viernes lo describiré de un salto. Es que tuve planeado un día libre. De la cama salí antes del mediodía y enseguida me puse a escribir en el ordenador mi idea para la clase de Didáctica. Tendré que presentar alguna situación didáctica concreta y se me ocurrió aprovechar ese libro Hable como un portavoz y presentar los principios a mis compañeros. Después de las dos me doy cuenta de que todavía no he comido. Con respecto al tiempo – hace sol pero también frío y sopla mucho viento, pero justo así me gusta – me decido en vez del chino de enfrente por un paseo al Carrefour. Tomo una barra de pan y un queso (una merienda típica española ¿eh?). Volviendo a casa me doy prisa porque a las tres y media tengo acordada una llamada con Péťa, mi compañera de Praga. Charlamos más de una hora. Luego vagueo hasta las ocho cuando en la web ponen un curso con Eva y Helena, las chicas de "Jíme Jinak" / "Comemos de otra manera". Durante el resto de la noche leo en voz alta un capítulo del libro filosófico (en el marco de mejorar mi pronunciación, pero sigue siendo un horror). Y después en la web descubro algunas entrevistas de Quique González. Ese tipo me entretuvo tanto que me acosté a las tres y media (de la mañana). ¡Pero cuántas cosas interesantes y palabras nuevas! :-)
 

Saluda(n)


Kristýna y Karolína :-)


Las fotos del megaemail n° 14 pero esta vez – nada de otro jueves: una mesita de fuera del bar junto a la que esperaba que me prepararan el bocata de queso; el Palacio Real iluminado por la noche; la revista Elle con Sara Carbonero incluso la página de la entrevista del director de la película Vivir es fácil… y algunas comidas aceptables mías cuando tengo un momento de iluminación. Ay, y también ese HŘIB, o sea, BOLETUS de Leiva. :-)
K.

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