Mi querida maestra
que va atrasada con las respuestas, ya que usted es una mujer ocupada, trabajadora con 31 niños, 2 hijos, un esposo y con varios domicilios en los que hay que limpiar, cocinar, lavar, planchar y muchas otras cosas, pérmitame que yo –por estas fechas de vacaciones llamadas oficialmente "estancia de estudios en el extranjero" – le informe de mis actividades de octubre. Vamos. :-)
el miércoles 2 de octubre:
Por fin mi despertador está en el estado ideal – tanto el volumen como la canción. Otra vez me despierta Marie Rottrová y su "Nespi a vstaň" (*No duermas y levántate). Después de enviarle el email, me dirigí al metro y a la uni. Durante el viaje me di cuenta -por suerte a tiempo- de que iba a tener que cambiar otra vez en la "Un millón de escaleras". De algún modo adquirí la impresión de que si no iba a la facultad de filología, donde había tenido las clases del curso de español, sino a la de educación, iba a evitar ese "gimnasio glúteo". Pero me confundí con Tetuán donde tenía la sede la policía de extranjería, allí se va sin transbordo. Ahora, por añadidura, necesito mantener en la memoria que tengo que bajarme una estación antes, o sea, no en la "Ciudad universitaria" sino en la "Metropolitano". La reunión para los estudiantes de Erasmus, a donde me estaba dirigiendo, iba a empezar a las doce, yo llegué allí antes de las once y media – quería encontrar la sala de la reunión y también las aulas en las que tendría clases. Todo lo logré encontrar con una velocidad vertiginosa. Lo único que me horrorizó un poquito fue ese número de gente, o mejor dicho, de estudiantes por todos lados. De nuevo estaba en ese estado de ánimo cuando me decía si paso de las clases, si tiene sentido estar aquí, yo una pobrecita abandonada, es que yo me perderé aquí seguramente... sin embargo de nuevo tenía en las orejas mi ipod con música española que me había recordado el porqué estaba aquí y que de verdad tenía sentido. En la hora de la reunión "erasmusa" a la vez cayeron las clases de mis dos asignaturas – desde las 11:30 inglés y cuando fui a echar un vistazo a la sala, justo en ese momento la profesora estaba cerrando la puerta. Me dije que si me había visto debería informarle sobre mi (no)presencia. Entonces justo entré corriendo en la clase, le pregunté si aquí tenía lugar la clase de inglés y en el caso de que sí, tenía que disculparme por la clase de hoy, que como estudiante de Erasmus tenía que estar dentro de poco en la reunión con los representantes de la facultad. Lo solté de algún modo, me miró bastante, sin embargo asintió a todo con la cabeza y yo me fui. De hecho, ahora me digo que no se me ocurrió para nada que ella pudiera ser inglesa :-) pero parecía que entendía. En la reunión nos juntamos unos veinte estudiantes de Erasmus, este año la facultad de educación les ha admitido a 27. Soy la única checa aquí, hay unas cuantas italianas, francesas, alemanas, estudiantes de Polonia, Grecia y Finlandia. Era bueno. Acudió el –probablemente– vicadecano de relaciones internacionales que tenía el aspecto de "acabo de levantarme y dentro de poco vuelvo a dormirme", además a súplica de los demás habló en inglés ¡qué fuerte! ¡Y tenía el mismo móvil que yo! A continuación, había allí otro señor, creo que también del decanato y esa señora a la que había dejado escoger de entre mis papeles en la oficina para los estudiantes de Erasmus. Se llama Elsa. Duró aproximadamente una hora, nos habían informado de qué nos esperaba y qué y cómo se realizaba. Cuando terminamos, quedaba una media hora para mi segunda clase que decidí saltarme. Es que media hora es demasiado larga y yo estoy aquí solo cinco (ahora incluso solo cuatro) meses, así que no voy a estar metida en el pasillo de la facultad y ¡vamos! a las calles de Madrid. Fui a casa pero como siempre decidí girar por las calles por las que todavía no había ido. Así logré descubrir un parque agradable donde merendé y luego continué por el camino. La verdad es que me perdí un poco, o mejor dicho, omití una calle y debido a eso me desvié del camino un poco. Pero eso no importaba, ya que descubrí una tienda, algo como en nuestro país "Todo por 39" (coronas checas), aunque aquí todo lo venden por 2-3 euros. Y me compré allí unas pantuflas y una cuchara de madera. Es que las pantuflas al hacer las maletas (bueno…sí, durante ese lanzamiento frenético de cosas a la maleta cinco horas antes de salir) las olvidé y andar en calcetines o descalza resultó ser no exactamente ideal. Y la cuchara de madera por un euro la cogí porque no me gusta utilizar esas de plástico de las chicas. También necesitaba pasar por la FNAC para recoger las entradas para el concierto de diciembre de Quique González (un gran amigo de Leiva) para mí y para Inma. Quique es majo, me encanta su música, pero con él tengo un problema – él cuando habla, habla en voz baja y además, casi no abre la boca, y por si fuera poco tiene la costumbre de poner la mano delante de la boca. Y para colmo, se dejó crecer la barba que absorbe lo poco del sonido que sale de él. Así que al escuchar sus entrevistas subo el volumen a tope y aun así a veces no es suficiente para llegar a entender. Como he escrito, para las entradas fui a la FNAC, me dirigí a Información con la pregunta de si aquí se recogían las entradas reservadas en Ticketmaster. Ah ¡vaya! no :-). Pero entendí lo que me decían – basta salir del edificio y girar y enseguida a la vuelta de la esquina, en la calle Rompelanzas, está. Por cierto se trata de la calle más corta de Madrid, mide menos de 20 metros. O sea, después de recorrer la más larga (y de ella aún hablaré una vez más) tengo otro récord :-) ¡Las entradas las recogí sin problemas y son bonitas! Por fin, algo original y no solo esos impresos A4 del e-mail con solo un código para el escáner. Como recompensa, durante la compra de la comida normal añadí al carrito mis galletas preferidas de Lotus, con las que atiné el otro día y con las que "tengo que" equilibrar mi –excepto esto- dieta saludable :-). En casa comí, entregué una entrada a Inma, en la web leí que Anežka Charvátová (*explico: una hispanista checa, traductora renombrada, enseña en la Universidad Carolina) había recibido otro premio por su trabajo de traducción del español al checo y me dirigí al teatro para el acto con Benjamín y Joaquín. Por cierto, esa señora Charvátová da clases de dos seminarios acerca de la traducción en mi facultad de filosofía en Praga y a mí me gustaría meterme allí en el cuatrimestre de verano, solo como oyente (sin derecho a créditos). Es que me interesaría muchísimo un poco de traducción y estoy segura de que una mujer así, con experiencia práctica, además coronada por premios debe ser excelente. Vamos a ver. De todos modos es para mí una motivación de cómo esperar con ilusión mis clases en Praga porque cada vez más voy averiguando cómo de terriblemente mal se enseña mi disciplina (porque el 90% corresponde a Pedagogía social) y yo ya estoy harta de estudiar permanentemente las cosas que me sirven para una mierda ¡Esta vez sin perdón! En el teatro se pagaba en efectivo, fui elogiada por tener 14 euros exactamente. Luego fui a ponerme a la cola para entrar en la sala. Sin embargo, la sala la abrieron más de media hora más tarde, el aire era tan sofocante que uno se podía desmayar pero en la sala fue estupendamente. Estaba sentada en la tercera fila y me di cuenta de que también había llegado Rubén (esa segunda mitad de Pereza, la primera es Leiva, verdad :-)). La noche la abrió Juan Diego Botto, el nuevo director del teatro y por una coincidencia enorme es el actor protagonista de esa – para mí fundamental- película española para la que Leiva había compuesto la banda sonora. Y el resto de la noche estuvo cerca de mí recostado en la barandilla. Y yo otra vez estaba en el séptimo cielo – a un par de metros de mí de nuevo Benjamín Prado y esta vez –¡¡¡por fin!!!- con Joaquín Sabina a su lado, luego ese tal Rubén y Juan Diego Botto. La sala con un centenar de personas, aficionadas a la poesía. Una maravilla. Me encantó un poema de Prado sobre un poeta difunto. Duró una hora y pico y como tuvo lugar detrás de Atocha, estuve en casa pronto. En Twitter escribí que como estudiante de Erasmus no había que perder el tiempo en una discoteca con cerveza gratis sino que uno podía disfrutar de lo mejor de la cultura española en aquella sala. Me acosté, como tradicionalmente, tarde.
el jueves 3 de octubre:
Por la noche, ya que me había acostado a eso de las dos, me di cuenta de que ya había arrancado el episodio de introducción sobre Leiva y su viaje durante el que había compuesto una canción. Una idea buena aunque esté encargado para la promoción de Citroën. En casa durante el día hubo tranquilidad, las chicas estaban en la uni y yo a la mía me dirigí antes de las tres. Desde las 16:30 ya estaba en la clase de Psicología del Aprendizaje en Contextos Socioeducativos. Y fue genial. Primero pregunté a unas chicas en el pasillo si la clase era aquí, luego esperé la llegada de la profesora y me presenté a ella. Ella estaba encantada, elogió mi español y dijo que si necesitaba cualquier cosa, bastaba levantar la mano. Una señora muy amable y simpática de alrededor de 35 años llamada Inés. Después se sentó a mi lado una chica. Cuando tuvimos que hacer una actividad por parejas, le dije que yo era estudiante de la República checa y que habría algunos problemas con mi español. Se alegró de que yo entendiera y luego me estuvo diciendo que si yo era tonta que yo hablaba muy bien. Y después me presentó a sus dos compañeras que estaban sentadas delante de nosotras. Aparte de ellas, asistimos unos veinticinco, un tercio son chicos, bastante gente tiene un tatuaje o rastas, a veces los dos :-) simplemente pedagogos y trabajadores sociales futuros a derechas :-) sobre todo me gustó cómo por un lado estaban sentados desgarbados, ensanchados en los pupitres pero por otro participaban muy activamente en las clases. Fue muy genial. Terminamos antes de las seis y yo volví a estar orgullosa por haber apretado los dientes y a pesar de todas mis primeras dudas lo logré todo. A casa fui a pie de nuevo y me dije que iba a pasar por una tienda a comprarme un cuaderno. Evidentemente lo necesitaría y de algún modo no añadí ninguno a mi maleta. En Praga estoy acostumbrada a garabatear todo en un solo cuaderno. Me disculpo diciendo de que no quiero sobrecargar mi bolso :-). Durante el día parecía que iba a llover y llovió de verdad, sin embargo solo durante las clases, o sea, qué bien, un camino bonito después del chubasco con una parada en una papelería. Al final me decidí por el departamento en la FNAC. ¡Ay, qué idea, otra vez! No, no y no. Kristýna, no puedes ir a la FNAC con tu tarjeta de crédito. Tú lo sabes, entonces, ¿¿¿por qué lo haces, ostras??? ¿¿¿Cuánto tiempo quieres justificarlo con que todo lo que compras lo necesitas indispensablemente??? Ay. O sea, en la caja dejé 45 euros. ¡Pero ojo! Tengo un cuaderno en el que también aquí puedo garabatear todo. Y además tiene cuatro partes de color, así que a pesar de todo tendré cierto orden y aparte de esto las hojas se pueden sacar, lo que me viene bien, y las tapas son duras, o sea, no se me destruirá. Pues, no podía dejarlo allí. Luego como regalo para la Navidad del 2028 (ya que los anteriores los tengo agotados) me compré un cuaderno o un bloc cuyas tapas están adornadas con cuadros de Madrid. Y después me compré dos agendas para el año 2014 (para el 2029 todavía no tenían) pero con esta intención ya había ido a Madrid – que agendas españolas las tenía que tener a rajatablas. Bueno ¿y por qué dos? Una es pequeña, de bolsillo, un poco motivadora, que cabe en mi bolso y el segundo….ay, ¡es una preciosidad! Es una agenda de Madrid – en ella hay dibujos de Madrid y ¡agárrese! fragmentos de las canciones sobre Madrid, lo que a mí, un gourmet de la música española, no le puede faltar. Y en casa descubrí que en ella está también el estribillo de Lady Madrid de Pereza que compuso Leiva. Así que esta compra, aunque cara, no puedo reprochármela. Pero no sé si puedo decir que espero con ilusión a cuando el próximo año cada página de ella me recuerde esta estancia. Desde que estoy aquí estuve a punto de lloriquear solo una vez – concretamente cuando vi por la calle en la que vivo pasar el autobús exprés amarillo que conecta la estación de tren con el aeropuerto y que me trajo aquí. Al imaginar como me llevará por los lugares que recorrí y en los que me enamoré y con los que me une tantos recuerdos bonitos… :-( ¡¿por qué esos malditos billetes de avión tienen que ser tan caros?! Pero ahora a la tarde, o mejor dicho, la noche, al piso llegaron una amiga de Begoña y otra de Inma. La de Inma trabaja en una asociación para los estudiantes de Erasmus a los que planifican varias actividades y enseguida me preguntó si ya tenía el carné. Tsss. ¡A mí NADIE me va a decir qué hacer, con quién y a dónde ir! Ese "conocer los encantos de España" vuestro me importa un pimiento, yo estoy en Madrid con mi callojero y mi ipod por razones totalmente diferentes. Pero bueno, lo que pasó sobre todo, es que Inma me comunicó que se preparaban para una fiesta, iban a irse a la una y si quería acompañarlas. Le pregunté si había dicho DENTRO DE una hora, o sea, a las 22 o A la una como que si de verdad a la 1:00. Sí, a la una. Lo rechacé diciendo que estaba demasiado cansada. Entonces, por lo menos, me invitó a la cocina para tomar un ron con Cola. Sin embargo, las otras chicas no aceptaron mis rechazos como Inma y empezaron a decir que tenía que ir cueste lo que cueste. La que más me comió el coco a mí fue Begoña que aparte de esto no va a estos eventos y esta vez va aunque al día siguiente es la única que tiene clases. Me excusé con que no tenía nada para vestir, pero me arrastraron a sus habitaciones y me ponían todo lo posible e imposible. No quería ir, sé que estos eventos no son nada para mí, pero todo fue en vano…nos fuimos a las doce y cuarto. Menos mal que no estaba lejos. De camino llegué a saber de que se trataba de una fiesta para los estudiantes de Erasmus y ya estuve a punto de desmayarme. Bueno, y después de entrar – yo sabía que estos eventos son un horror pero tanto?! Simplemente un ruido terrible, una música fatal, una oscuridad a la que cortaban solo las luces de disco y mazo de gente, bueno, para ser exacta, de estudiantes jovenes extranjeros a los que a la prefección solo les faltaba una pegatina en la frente con el texto "Estoy aquí para emborracharme y follar". Si no nos manteníamos juntas por un momento era suficiente para ser llevada por la muchedumbre unos metros aparte. Pues y eso aproveché :-) Mientras las chicas después de entrar parecían entusiasmadas, como que eso era exactamente lo que habían esperado y habían querido, yo tenía la cara tan consternada que incluso las hacía reír. Pero ¡qué va!, no estaba enfadada, aquí en Madrid miro el lado bueno de las cosas, o sea, me dije Kristýna, ves que no tienes que arrepentirte en absoluto cuando te ausentas en fiestas de este tipo. Me reí cuando me vino a la mente aquel mensaje mío en Twitter refiriéndome a la noche de ayer llena de poesía donde todos habían escuchado de tal manera que usted hubiera podido oír caerse un alfiler. Mi plan de Cenicienta fue fácil: llegar a la puerta y pirarme sin ser vista. Lo logré muy rápido y me fui corriendo a casa. No es capaz de imaginarse usted como yo a la una de la mañana corría riéndome por las calles de Madrid con la visión de mi cama. En casa las luces ya estaban apagadas, genial – Emejota resfriada ya duerme, así que a las chicas les puedo hacer creer que pasé la noche con un alemán que intentaba ligar conmigo. Con toda calma entré en mi habitación, ni el perrito ladró. Cerré y repasé el móvil, no obstante en ese momento se encendió la luz del pasillo y podía oírse como sucesivamente se abría una puerta tras otra. Al final se abrió también la mía y en ella estaba Emejota que – en cuanto me vio- estaba a las puertas de la muerte clínica. Simplemente oyó las llaves y ahora emprendió la búsqueda del asesino. Y me encontró a mí. ¡Y a ver quién le explica algo ahora! Después de cinco minutos su pulso volvió al nivel normal, así que regresó a la cama. Le pedí que si las chicas preguntaban, confirmase mi historia con el alemán. Se extrañaba de que no me hubiera divertido allí pero estaba de acuerdo. Inmediatamente después de acostarme regresó a casa Begoña y enseguida se dirigió a mi habitación donde yo fingía con éxito un sueño profundo. Sin embargo, mi plan del estudiante alemán se fue al traste. ¡Ay, qué mañana me espera! Pero no puedo omitir una cosa importante – muchas gracias por su mensaje, usted sabe cómo alegrarme. :-)
el viernes 4 de octubre:
Me levanté a eso de las 11, Begoña estaba en la uni y después de regresar no mencionó la noche, solo Inmaculada que regresó con Nuria sobre las 7 de la mañana me dijo que yo habría podido escribirles por lo menos un mensaje, que se habían preocupado por mí. Tsss. Por suerte, ese día se me agotó el saldo español, así que tuve una excusa y le aseguré que también de los conciertos volvía bien. Ella dijo que sí, claro, solo para la próxima vez… Jaja. Queridas damas, ya no habrá ninguna "próxima vez". Bueno, claro, si no nos referimos al concierto de Quique y de él de verdad, pero DE VERDAD, no pienso largarme. Durante el día cumplí mi deber, o sea, limpié el lavabo y fregué. Las chicas tienen para todo un sistema increíble, x- detergentes etc. Desde mi punto de vista un derroche pero bueno. Lo fundamental que llegué a saber hoy – Leiva grabó un vídeo para sus fans donde anunció que el disco iba a publicarse en enero e iba a titularse "Pólvora" lo que se puede traducir como la "Munición" de las armas de fuego. Por una parte está bien, porque parece que lograré comprarlo, por otra cambié la estancia del cuatrimestre de verano al de invierno para poder ir a su concierto y ese plan ahora se derrumba. La gira será probablemente desde febrero/marzo. Y después de mi secreto junio (*explico: por segunda vez estuve en Madrid en junio de 2013 cuatro días para el concierto conjunto de Leiva, Ariel Rot y Loquillo sin decírselo casi a nadie) sé que el concierto en Madrid no me lo puedo perder. ¡Me lo arruinará! ¡Qué exceptativas!:-) Por la noche me dirigí al concierto en la sala Galileo. Mi estado de ánimo fue diverso, primero me enteré de que no iba a actuar Loquillo y también de que había sido posible reservar el asiento, o sea, que el concierto no iba a ser solo para estar de pie. Además temía bastante poder encontrarme con ese Pesado del Retiro que un día antes me había escrito que no tenía ningunas noticias sobre mí y a su mensaje añadió un estribillo de una canción. En la sala tomé una cerveza y después me acordé de usted – es que esta vez no me sirvieron ganchitos con cacahuetes sino maíz tostado :-) (*explico: el maíz tostado suelen comprárselo los niños del hogar en la máquina expendedora en el pasillo de la escuela, lo que le da rabia a la señora Dostálová ya que intenta incitar a los niños a comer saludable). Y dado que no me quedó mucho tiempo para cenar y durante el camino (que pasé naturalmente como "mi carrera de marcha") empecé a sentir hambre así que la noche tomó el rumbo interesante :-). Me sentía algo alegre, El Pesado probablemente no estaba allí y logré llegar hasta debajo del escenario. El concierto, del que por el aspecto musical no esperaba nada extraordinario, fue una pasada increíble, yo brincaba y cantaba. Como invitado actuó Rubén (sí, una mitad de Pereza) y otros invitados interesantes. Me gustaban muchísimo chicos del grupo Platos Rotos, sobre todo su frontman :-). Me dolían las manos terriblemente de aplaudir – o al ritmo o después de la canción. Bueno, ¿y el fin? Ese cantante, un señor ya entrado en años, bajó del escenario entre nosotros para dar las gracias a nosotros los fans. Bueno, y a mí me elegió como primera – simplemente bajó, me abrazó, me dio un beso en la mejilla y fue hacia otra señora y así hizo feliz a unas ocho personas. Yo tuve que reírme de no tener ni idea de quién se trataba, no conozco nada de ellos y él me tiene por una fan enorme. Al salir encendí el móvil y me sonó un mensaje de ese tipo del Retiro, según parece estaba allí porque se refirió a una canción que había sonado allí, así que yo no esperé ni un minuto más y con un esprint me dirigí a las calles nocturnas de Madrid, a casa. Como estaba hambrienta me paré en aquel local donde ya el otro día había cenado por la noche pero el personal no se dio cuenta de mi presencia y yo decidí ahorrar, entonces después de un rato me levanté y me paré solo en el -qué asco- McDonalds para un cheesburger. Pero esta vez me vino bien. Bueno, y la última información del viernes: llegó la visita, el tío de las chicas y su primo (un guapo como Juan que se parece a nuestro Matouš Brejcha que había enseñado derecho en mi facultad de Praga, para esta asignatura escribí aquellas redacciones, sabe). Su venida fue de lujo, estaba sola en el piso de lo que ellos evidentemente no tenían ni idea y pensaban que estarían aquí solos :-) unas condiciones increíblemente familiares reinan aquí - no me quejo, solo lo doy a conocer.
el sábado 5 de octubre:
Del concierto regresé a eso de la una y pensaba que iba a acostarme, que solo iba a echar un vistazo a Internet y enseguida ¡a la cama!. En la web me entretuve con dos cosas - en Facebook tenía 26 avisos nuevos, suelo tener 2-3, así que se me ocurrió que unos hackers me habían honrado con su visita. Pero a continuación descubrí que solo Ottovka, o sea, mi amiga Bára Ottová de Pilsen, después de algún tiempo había tenido tiempo para el ordenador y había tenido la necesidad de alabarme unas fotos españolas y hacer un comentario sobre ellas. Y la segunda cosa, igualmente como después del concierto de César Pop escribí en el Twitter un mensaje y luego recibí un aviso de que se había fijado en ello, pues todavía el viernes mencioné en el Twitter en un mensaje mío el grupo Sidecars, que es la banda del hermano de Leiva Juancho (en checo "Honzík" :-)). Ellos pusieron allí una foto con el comentario "Juancho con las manos en la masa" y yo justo ese día aprendí ese modismo que literalmente significa esto pero se traduce como Juancho pillado in fraganti (estaba rasgando la guitarra, es que grababan un nuevo disco). Entonces escribí cómo molaba pasar todo el día aprendiendo español, luego echar un vistazo al Twitter y descubrir esto – bueno, y añadí la foto tanto de mi texto de libro como de su mensaje. Bueno, y ellos lo vieron y compartieron mi comentario en su perfil. ¡Un honor así de grande recibí! :-) También logré encontrar a esos chicos majos del grupo Platos Rotos y una de sus canciones "Harina de otro costal". Y eso es otro modismo. En checo decimos "Ser de otro barril". ¡Ay, cómo me encanta aprender de esta manera! :-) Eran las tres de la mañana cuando me acosté. Dormí mucho, hasta las doce. De algún modo ya no me extraña. Por la tarde, Begoña y Alejandro (ese primo) fueron a sacar a pasear al perro al Retiro. Preguntaron si quiería acompañarles pero siempre me avisan cinco minutos antes de salir y yo luego paso de eso. Pero como hoy hacía buen tiempo me dije a mí misma que iba a pasear sola. Y adivine a dónde. Sí. Calle de Alcalá me llama de nuevo. Al salir tenía la sensación de que me faltaba algo importante y de camino me di cuenta de que no tenía la bebida. Así que me dije "En el camino de hoy pasarás por algún lugar para beber". Yendo miraba los escaparates de pastelerías y panaderías dentro del marco de ampliar mi vocabulario. Pero esto lo había hecho ya la última vez y esta vez decidí atreverme y pasar por un croissant que había elegido el otro día. Y salió bien. Entonces luego me paré en otra panadería a por una palmera pequeña. Y también por fin pasé por un parque que elegí en la mitad del camino. Le digo, esos parques aquí son algo maravilloso. Por qué en nuestro país hay soplapollas que tienen que cubrir de hormigón cada espacio y construir allí un centro comercial. Después de las cinco y media llegué a la meta, al parque Capricho, el cual – porque ya estamos a octubre- cerraba a las seis y media. Pero yo estaba allí solo para un rato. Es que tejí un plan. Llegué a saber que Calle de Alcalá no terminaba allí donde atravieso un puente hacia al parque sino un poco más allá, junto a la calle Velero. Así que de camino desde el parque no fui al metro sino que tomé esa misma calle, crucé el puente y aún al otro lado estuve en el mismo fin/comienzo de la calle Alcalá. Me dije que no iba a regresar e iba a llegar a la próxima parada del metro y luego iría a casa. Pero usted me conoce a mí y esas piernitas mías. Cerca del metro tuve ganas de tomar patatas fritas saladas. La dependiente en el chino afortunadamente tenía un minipaquete así que me dije "Vale, las comprarás pero esta vez intentarás recorrer los dos caminos a pie". Y como no quería agobiar a esas piernas, ralenticé y esta vez no corrí como una loca para conseguir el mejor tiempo sino disfrutaba a tope el viaje, miraba los escaparates, me paré en Zara donde me había probado un jersey bonito, pero la talla habría podido ser más grande, sobre todo cuando la secadora del piso encoge la ropa un poquito, así que lo había dejado allí. Luego descubrí una tienda con caramelos y me compré cerezas de gelatina que en Chequia las vende Haribo. Bueno, y al final me paré en un bar para tomar un zumo que me pusieron en un vaso de plástico con la pajita para llevar. Gasté bastante, unos ocho euros y solo por cosas insanas, pero la dama Horská lo defiende con que cada cosa la tenía que pedir hablando, simplemente un entrenamiento de las competencias sociales y lingüísticas, así que por hoy se lo perdonamos, qué opina usted, eh? :-) Fue un sábado maravilloso que otra vez superó todas mis expectativas, aumentó mi límite personal de mi recorrido y de mi comunicación y concluyó con una cena común. Es que a las 23 Begoña me preguntó si tenía ganas de tomar con ellos fajitas, o sea, tortillas de maíz rellenas y yo estaba de acuerdo. Cenamos a la medianoche (algo muy normal aquí en España), charlamos un poco, llegamos al tema sobre el transporte público que estaba bastante caro en España y yo dije que de todos modos prefiero ir andando. Pero Begoña argumentó que nuestra universidad estaba lejos, unos 7 kms (ella estudia derecho y economía en la misma uni que yo). Entonces mencioné que a mí no me parecía tan lejos, que por ejemplo hoy había ido a Alameda y de vuelta, o sea, unos 23 kms de paseo. Ayayay. Pobrecitos de Begoña y Alejandro, los globos oculares les salieron volando de las cuencas y las fajitas de las bocas :-). Y yo solo sonreía y seguía insistiendo en lo mío – me gusta pasear por Madrid. Después de la cena regresé al ordenador. Esa profesora española me había enviado a mi email unos materiales para la próxima clase. ¡Anda! Aquí evidentemente se exige de los estudiantes una preparación continua. Se va entumeciendo mi sonrisa. ¡Y a dormir!
bueno, y el domingo 6 de octubre:
A la cama me fui después de las dos de la mañana y me repetí todos los modismos y refranes que había aprendido hasta ahora, a casi 30 expresiones, para cada día tengo dos. Dormí hasta las diez y en la cama estuve tumbada hasta las doce. Pensaba ir al Rastro, o sea, ese mercadillo. En Madrid estoy por tercera vez y todavía no he estado allí. La verdad es que me dolían bastante las piernas, no me extraña. Los 22 kms no planeados son ni más ni menos que 22 kms, pero al final hice esfuerzo de voluntad y fui. Lo encontré casi sin problemas. Una multitud enorme de gente que determina el rumbo y la velocidad. Eso no me gusta mucho, así que solo eché un vistazo a algunas cosas – deseo comprarme un paraguas y un fular, es que también aquí llegará el otoño – luego me fui. Salí no muy lejos del palacio y quería ir al parque para leer un libro, ya que hoy otra vez hacía un superbuen tiempo. Pero después giré a la otra calle y se me ocurrió tomar un café en algún lugar. Así que examiné varios locales a ver qué me iba a gustar. Pero yo estoy desesperada cuando tengo tantas opciones. Al final decidí ir a uno que había elegido. Cuando regreso desde la uni o también desde los conciertos tomo la bonita calle Huertas y a su final, enfrente del Prado hay dos cafés/bares/restaurantes donde siempre cuando paso por ellos me digo "Aquí me pararé algún día…". Entonces me pasé por allí hoy. Me senté y pedí un café con leche. Y estaba tan riquísimo, esa butaca tan cómoda, esa vista…ese tiempo…que me decidí pedir otra vez. Un momento estuve pensando dónde en la frase se pone la palabra "otro" si delante de "el café" o detrás, porque en un caso significa "uno más, segundo" pero en el opuesto detrás de la palabra es "diferente". Y luego me di cuenta de que llevaba conmigo un libro de texto pequeño y allí lo encontré y podía pedir "otro café" con leche :-) (aquí es mucho más corriente tomar algo pequeño en más locales que mucho tiempo quedarse sentado en uno). Incluso con la propina dejé allí cinco euros, pero me parecía adecuado. Y porque de verdad hacía un tiempo maravilloooooso, crucé la calle y me senté a un banco junto al Prado y allí leí un rato y un poco estudié y de camino a casa alargué mi paseo por dos calles más. En casa preparé una comida, hoy me gustó especialmente, puse los platos en el lavavajillas, la ropa en la lavadora y me dirigí al ordenador. Y a las ocho empecé a escribir este email. Reconozco que a mí misma me da apuro ver con cuántas cosas fútiles la saturo a usted y debería resumirlo bien. Pero siempre me vienen a la memoria todos los cinco días anteriores y me quedo pasmada de ver cuántas cosas he vivido. Pero cuando luego veo esa cantidad, me compadezco de usted por qué cosas tiene que leer con dificultad. Le pido disculpas para mis adentros y también ahora en el email. Mañana me empiezan las clases, planeo otro concierto para el viernes, así que parece que el megaemail número 7 será un telegrama ESTOY EN LA UNI STOP TENGO QUE ESTUDIAR STOP ¡SOCORRO! STOP :-)
Le felicito si lo ha aguntado, acaba de leerlo hasta el saludo final y el deseo de tener una buena semana que viene. ¡¡¡Que todo le vaya bien!!!
Un saludo
Kristýna desde Madrid
Fotos n°6:
En cuanto a las fotos: esa del teatro con Joaquín y Benjamín no es mía, allí estaba prohibido sacar fotos pero la descubrí en la web así que solo para como ilustración :-); luego envío la foto de la agenda de Madrid con el fragmento de Lady Madrid de Pereza aunque la compuso Leiva; las entradas para el concierto de Quique; la foto en blanco y negro es con Rubén y con ese cantante para mí desconocido del concierto del viernes; las fotos de los parques; del café del domingo con el libro; al regresar por Calle de Alcalá ya anochecía así que las Ventas iluminada donde tienen lugar las corridas; y la Puerta de Alcalá; también la muestra del Twitter de grupo Sidecars (el hermano de Leiva) y también, para que se haga usted una idea, la foto de ese documental en el que Leiva de camino a Náutico está componiendo una canción :-)
K.
que va atrasada con las respuestas, ya que usted es una mujer ocupada, trabajadora con 31 niños, 2 hijos, un esposo y con varios domicilios en los que hay que limpiar, cocinar, lavar, planchar y muchas otras cosas, pérmitame que yo –por estas fechas de vacaciones llamadas oficialmente "estancia de estudios en el extranjero" – le informe de mis actividades de octubre. Vamos. :-)
el miércoles 2 de octubre:
Por fin mi despertador está en el estado ideal – tanto el volumen como la canción. Otra vez me despierta Marie Rottrová y su "Nespi a vstaň" (*No duermas y levántate). Después de enviarle el email, me dirigí al metro y a la uni. Durante el viaje me di cuenta -por suerte a tiempo- de que iba a tener que cambiar otra vez en la "Un millón de escaleras". De algún modo adquirí la impresión de que si no iba a la facultad de filología, donde había tenido las clases del curso de español, sino a la de educación, iba a evitar ese "gimnasio glúteo". Pero me confundí con Tetuán donde tenía la sede la policía de extranjería, allí se va sin transbordo. Ahora, por añadidura, necesito mantener en la memoria que tengo que bajarme una estación antes, o sea, no en la "Ciudad universitaria" sino en la "Metropolitano". La reunión para los estudiantes de Erasmus, a donde me estaba dirigiendo, iba a empezar a las doce, yo llegué allí antes de las once y media – quería encontrar la sala de la reunión y también las aulas en las que tendría clases. Todo lo logré encontrar con una velocidad vertiginosa. Lo único que me horrorizó un poquito fue ese número de gente, o mejor dicho, de estudiantes por todos lados. De nuevo estaba en ese estado de ánimo cuando me decía si paso de las clases, si tiene sentido estar aquí, yo una pobrecita abandonada, es que yo me perderé aquí seguramente... sin embargo de nuevo tenía en las orejas mi ipod con música española que me había recordado el porqué estaba aquí y que de verdad tenía sentido. En la hora de la reunión "erasmusa" a la vez cayeron las clases de mis dos asignaturas – desde las 11:30 inglés y cuando fui a echar un vistazo a la sala, justo en ese momento la profesora estaba cerrando la puerta. Me dije que si me había visto debería informarle sobre mi (no)presencia. Entonces justo entré corriendo en la clase, le pregunté si aquí tenía lugar la clase de inglés y en el caso de que sí, tenía que disculparme por la clase de hoy, que como estudiante de Erasmus tenía que estar dentro de poco en la reunión con los representantes de la facultad. Lo solté de algún modo, me miró bastante, sin embargo asintió a todo con la cabeza y yo me fui. De hecho, ahora me digo que no se me ocurrió para nada que ella pudiera ser inglesa :-) pero parecía que entendía. En la reunión nos juntamos unos veinte estudiantes de Erasmus, este año la facultad de educación les ha admitido a 27. Soy la única checa aquí, hay unas cuantas italianas, francesas, alemanas, estudiantes de Polonia, Grecia y Finlandia. Era bueno. Acudió el –probablemente– vicadecano de relaciones internacionales que tenía el aspecto de "acabo de levantarme y dentro de poco vuelvo a dormirme", además a súplica de los demás habló en inglés ¡qué fuerte! ¡Y tenía el mismo móvil que yo! A continuación, había allí otro señor, creo que también del decanato y esa señora a la que había dejado escoger de entre mis papeles en la oficina para los estudiantes de Erasmus. Se llama Elsa. Duró aproximadamente una hora, nos habían informado de qué nos esperaba y qué y cómo se realizaba. Cuando terminamos, quedaba una media hora para mi segunda clase que decidí saltarme. Es que media hora es demasiado larga y yo estoy aquí solo cinco (ahora incluso solo cuatro) meses, así que no voy a estar metida en el pasillo de la facultad y ¡vamos! a las calles de Madrid. Fui a casa pero como siempre decidí girar por las calles por las que todavía no había ido. Así logré descubrir un parque agradable donde merendé y luego continué por el camino. La verdad es que me perdí un poco, o mejor dicho, omití una calle y debido a eso me desvié del camino un poco. Pero eso no importaba, ya que descubrí una tienda, algo como en nuestro país "Todo por 39" (coronas checas), aunque aquí todo lo venden por 2-3 euros. Y me compré allí unas pantuflas y una cuchara de madera. Es que las pantuflas al hacer las maletas (bueno…sí, durante ese lanzamiento frenético de cosas a la maleta cinco horas antes de salir) las olvidé y andar en calcetines o descalza resultó ser no exactamente ideal. Y la cuchara de madera por un euro la cogí porque no me gusta utilizar esas de plástico de las chicas. También necesitaba pasar por la FNAC para recoger las entradas para el concierto de diciembre de Quique González (un gran amigo de Leiva) para mí y para Inma. Quique es majo, me encanta su música, pero con él tengo un problema – él cuando habla, habla en voz baja y además, casi no abre la boca, y por si fuera poco tiene la costumbre de poner la mano delante de la boca. Y para colmo, se dejó crecer la barba que absorbe lo poco del sonido que sale de él. Así que al escuchar sus entrevistas subo el volumen a tope y aun así a veces no es suficiente para llegar a entender. Como he escrito, para las entradas fui a la FNAC, me dirigí a Información con la pregunta de si aquí se recogían las entradas reservadas en Ticketmaster. Ah ¡vaya! no :-). Pero entendí lo que me decían – basta salir del edificio y girar y enseguida a la vuelta de la esquina, en la calle Rompelanzas, está. Por cierto se trata de la calle más corta de Madrid, mide menos de 20 metros. O sea, después de recorrer la más larga (y de ella aún hablaré una vez más) tengo otro récord :-) ¡Las entradas las recogí sin problemas y son bonitas! Por fin, algo original y no solo esos impresos A4 del e-mail con solo un código para el escáner. Como recompensa, durante la compra de la comida normal añadí al carrito mis galletas preferidas de Lotus, con las que atiné el otro día y con las que "tengo que" equilibrar mi –excepto esto- dieta saludable :-). En casa comí, entregué una entrada a Inma, en la web leí que Anežka Charvátová (*explico: una hispanista checa, traductora renombrada, enseña en la Universidad Carolina) había recibido otro premio por su trabajo de traducción del español al checo y me dirigí al teatro para el acto con Benjamín y Joaquín. Por cierto, esa señora Charvátová da clases de dos seminarios acerca de la traducción en mi facultad de filosofía en Praga y a mí me gustaría meterme allí en el cuatrimestre de verano, solo como oyente (sin derecho a créditos). Es que me interesaría muchísimo un poco de traducción y estoy segura de que una mujer así, con experiencia práctica, además coronada por premios debe ser excelente. Vamos a ver. De todos modos es para mí una motivación de cómo esperar con ilusión mis clases en Praga porque cada vez más voy averiguando cómo de terriblemente mal se enseña mi disciplina (porque el 90% corresponde a Pedagogía social) y yo ya estoy harta de estudiar permanentemente las cosas que me sirven para una mierda ¡Esta vez sin perdón! En el teatro se pagaba en efectivo, fui elogiada por tener 14 euros exactamente. Luego fui a ponerme a la cola para entrar en la sala. Sin embargo, la sala la abrieron más de media hora más tarde, el aire era tan sofocante que uno se podía desmayar pero en la sala fue estupendamente. Estaba sentada en la tercera fila y me di cuenta de que también había llegado Rubén (esa segunda mitad de Pereza, la primera es Leiva, verdad :-)). La noche la abrió Juan Diego Botto, el nuevo director del teatro y por una coincidencia enorme es el actor protagonista de esa – para mí fundamental- película española para la que Leiva había compuesto la banda sonora. Y el resto de la noche estuvo cerca de mí recostado en la barandilla. Y yo otra vez estaba en el séptimo cielo – a un par de metros de mí de nuevo Benjamín Prado y esta vez –¡¡¡por fin!!!- con Joaquín Sabina a su lado, luego ese tal Rubén y Juan Diego Botto. La sala con un centenar de personas, aficionadas a la poesía. Una maravilla. Me encantó un poema de Prado sobre un poeta difunto. Duró una hora y pico y como tuvo lugar detrás de Atocha, estuve en casa pronto. En Twitter escribí que como estudiante de Erasmus no había que perder el tiempo en una discoteca con cerveza gratis sino que uno podía disfrutar de lo mejor de la cultura española en aquella sala. Me acosté, como tradicionalmente, tarde.
el jueves 3 de octubre:
Por la noche, ya que me había acostado a eso de las dos, me di cuenta de que ya había arrancado el episodio de introducción sobre Leiva y su viaje durante el que había compuesto una canción. Una idea buena aunque esté encargado para la promoción de Citroën. En casa durante el día hubo tranquilidad, las chicas estaban en la uni y yo a la mía me dirigí antes de las tres. Desde las 16:30 ya estaba en la clase de Psicología del Aprendizaje en Contextos Socioeducativos. Y fue genial. Primero pregunté a unas chicas en el pasillo si la clase era aquí, luego esperé la llegada de la profesora y me presenté a ella. Ella estaba encantada, elogió mi español y dijo que si necesitaba cualquier cosa, bastaba levantar la mano. Una señora muy amable y simpática de alrededor de 35 años llamada Inés. Después se sentó a mi lado una chica. Cuando tuvimos que hacer una actividad por parejas, le dije que yo era estudiante de la República checa y que habría algunos problemas con mi español. Se alegró de que yo entendiera y luego me estuvo diciendo que si yo era tonta que yo hablaba muy bien. Y después me presentó a sus dos compañeras que estaban sentadas delante de nosotras. Aparte de ellas, asistimos unos veinticinco, un tercio son chicos, bastante gente tiene un tatuaje o rastas, a veces los dos :-) simplemente pedagogos y trabajadores sociales futuros a derechas :-) sobre todo me gustó cómo por un lado estaban sentados desgarbados, ensanchados en los pupitres pero por otro participaban muy activamente en las clases. Fue muy genial. Terminamos antes de las seis y yo volví a estar orgullosa por haber apretado los dientes y a pesar de todas mis primeras dudas lo logré todo. A casa fui a pie de nuevo y me dije que iba a pasar por una tienda a comprarme un cuaderno. Evidentemente lo necesitaría y de algún modo no añadí ninguno a mi maleta. En Praga estoy acostumbrada a garabatear todo en un solo cuaderno. Me disculpo diciendo de que no quiero sobrecargar mi bolso :-). Durante el día parecía que iba a llover y llovió de verdad, sin embargo solo durante las clases, o sea, qué bien, un camino bonito después del chubasco con una parada en una papelería. Al final me decidí por el departamento en la FNAC. ¡Ay, qué idea, otra vez! No, no y no. Kristýna, no puedes ir a la FNAC con tu tarjeta de crédito. Tú lo sabes, entonces, ¿¿¿por qué lo haces, ostras??? ¿¿¿Cuánto tiempo quieres justificarlo con que todo lo que compras lo necesitas indispensablemente??? Ay. O sea, en la caja dejé 45 euros. ¡Pero ojo! Tengo un cuaderno en el que también aquí puedo garabatear todo. Y además tiene cuatro partes de color, así que a pesar de todo tendré cierto orden y aparte de esto las hojas se pueden sacar, lo que me viene bien, y las tapas son duras, o sea, no se me destruirá. Pues, no podía dejarlo allí. Luego como regalo para la Navidad del 2028 (ya que los anteriores los tengo agotados) me compré un cuaderno o un bloc cuyas tapas están adornadas con cuadros de Madrid. Y después me compré dos agendas para el año 2014 (para el 2029 todavía no tenían) pero con esta intención ya había ido a Madrid – que agendas españolas las tenía que tener a rajatablas. Bueno ¿y por qué dos? Una es pequeña, de bolsillo, un poco motivadora, que cabe en mi bolso y el segundo….ay, ¡es una preciosidad! Es una agenda de Madrid – en ella hay dibujos de Madrid y ¡agárrese! fragmentos de las canciones sobre Madrid, lo que a mí, un gourmet de la música española, no le puede faltar. Y en casa descubrí que en ella está también el estribillo de Lady Madrid de Pereza que compuso Leiva. Así que esta compra, aunque cara, no puedo reprochármela. Pero no sé si puedo decir que espero con ilusión a cuando el próximo año cada página de ella me recuerde esta estancia. Desde que estoy aquí estuve a punto de lloriquear solo una vez – concretamente cuando vi por la calle en la que vivo pasar el autobús exprés amarillo que conecta la estación de tren con el aeropuerto y que me trajo aquí. Al imaginar como me llevará por los lugares que recorrí y en los que me enamoré y con los que me une tantos recuerdos bonitos… :-( ¡¿por qué esos malditos billetes de avión tienen que ser tan caros?! Pero ahora a la tarde, o mejor dicho, la noche, al piso llegaron una amiga de Begoña y otra de Inma. La de Inma trabaja en una asociación para los estudiantes de Erasmus a los que planifican varias actividades y enseguida me preguntó si ya tenía el carné. Tsss. ¡A mí NADIE me va a decir qué hacer, con quién y a dónde ir! Ese "conocer los encantos de España" vuestro me importa un pimiento, yo estoy en Madrid con mi callojero y mi ipod por razones totalmente diferentes. Pero bueno, lo que pasó sobre todo, es que Inma me comunicó que se preparaban para una fiesta, iban a irse a la una y si quería acompañarlas. Le pregunté si había dicho DENTRO DE una hora, o sea, a las 22 o A la una como que si de verdad a la 1:00. Sí, a la una. Lo rechacé diciendo que estaba demasiado cansada. Entonces, por lo menos, me invitó a la cocina para tomar un ron con Cola. Sin embargo, las otras chicas no aceptaron mis rechazos como Inma y empezaron a decir que tenía que ir cueste lo que cueste. La que más me comió el coco a mí fue Begoña que aparte de esto no va a estos eventos y esta vez va aunque al día siguiente es la única que tiene clases. Me excusé con que no tenía nada para vestir, pero me arrastraron a sus habitaciones y me ponían todo lo posible e imposible. No quería ir, sé que estos eventos no son nada para mí, pero todo fue en vano…nos fuimos a las doce y cuarto. Menos mal que no estaba lejos. De camino llegué a saber de que se trataba de una fiesta para los estudiantes de Erasmus y ya estuve a punto de desmayarme. Bueno, y después de entrar – yo sabía que estos eventos son un horror pero tanto?! Simplemente un ruido terrible, una música fatal, una oscuridad a la que cortaban solo las luces de disco y mazo de gente, bueno, para ser exacta, de estudiantes jovenes extranjeros a los que a la prefección solo les faltaba una pegatina en la frente con el texto "Estoy aquí para emborracharme y follar". Si no nos manteníamos juntas por un momento era suficiente para ser llevada por la muchedumbre unos metros aparte. Pues y eso aproveché :-) Mientras las chicas después de entrar parecían entusiasmadas, como que eso era exactamente lo que habían esperado y habían querido, yo tenía la cara tan consternada que incluso las hacía reír. Pero ¡qué va!, no estaba enfadada, aquí en Madrid miro el lado bueno de las cosas, o sea, me dije Kristýna, ves que no tienes que arrepentirte en absoluto cuando te ausentas en fiestas de este tipo. Me reí cuando me vino a la mente aquel mensaje mío en Twitter refiriéndome a la noche de ayer llena de poesía donde todos habían escuchado de tal manera que usted hubiera podido oír caerse un alfiler. Mi plan de Cenicienta fue fácil: llegar a la puerta y pirarme sin ser vista. Lo logré muy rápido y me fui corriendo a casa. No es capaz de imaginarse usted como yo a la una de la mañana corría riéndome por las calles de Madrid con la visión de mi cama. En casa las luces ya estaban apagadas, genial – Emejota resfriada ya duerme, así que a las chicas les puedo hacer creer que pasé la noche con un alemán que intentaba ligar conmigo. Con toda calma entré en mi habitación, ni el perrito ladró. Cerré y repasé el móvil, no obstante en ese momento se encendió la luz del pasillo y podía oírse como sucesivamente se abría una puerta tras otra. Al final se abrió también la mía y en ella estaba Emejota que – en cuanto me vio- estaba a las puertas de la muerte clínica. Simplemente oyó las llaves y ahora emprendió la búsqueda del asesino. Y me encontró a mí. ¡Y a ver quién le explica algo ahora! Después de cinco minutos su pulso volvió al nivel normal, así que regresó a la cama. Le pedí que si las chicas preguntaban, confirmase mi historia con el alemán. Se extrañaba de que no me hubiera divertido allí pero estaba de acuerdo. Inmediatamente después de acostarme regresó a casa Begoña y enseguida se dirigió a mi habitación donde yo fingía con éxito un sueño profundo. Sin embargo, mi plan del estudiante alemán se fue al traste. ¡Ay, qué mañana me espera! Pero no puedo omitir una cosa importante – muchas gracias por su mensaje, usted sabe cómo alegrarme. :-)
el viernes 4 de octubre:
Me levanté a eso de las 11, Begoña estaba en la uni y después de regresar no mencionó la noche, solo Inmaculada que regresó con Nuria sobre las 7 de la mañana me dijo que yo habría podido escribirles por lo menos un mensaje, que se habían preocupado por mí. Tsss. Por suerte, ese día se me agotó el saldo español, así que tuve una excusa y le aseguré que también de los conciertos volvía bien. Ella dijo que sí, claro, solo para la próxima vez… Jaja. Queridas damas, ya no habrá ninguna "próxima vez". Bueno, claro, si no nos referimos al concierto de Quique y de él de verdad, pero DE VERDAD, no pienso largarme. Durante el día cumplí mi deber, o sea, limpié el lavabo y fregué. Las chicas tienen para todo un sistema increíble, x- detergentes etc. Desde mi punto de vista un derroche pero bueno. Lo fundamental que llegué a saber hoy – Leiva grabó un vídeo para sus fans donde anunció que el disco iba a publicarse en enero e iba a titularse "Pólvora" lo que se puede traducir como la "Munición" de las armas de fuego. Por una parte está bien, porque parece que lograré comprarlo, por otra cambié la estancia del cuatrimestre de verano al de invierno para poder ir a su concierto y ese plan ahora se derrumba. La gira será probablemente desde febrero/marzo. Y después de mi secreto junio (*explico: por segunda vez estuve en Madrid en junio de 2013 cuatro días para el concierto conjunto de Leiva, Ariel Rot y Loquillo sin decírselo casi a nadie) sé que el concierto en Madrid no me lo puedo perder. ¡Me lo arruinará! ¡Qué exceptativas!:-) Por la noche me dirigí al concierto en la sala Galileo. Mi estado de ánimo fue diverso, primero me enteré de que no iba a actuar Loquillo y también de que había sido posible reservar el asiento, o sea, que el concierto no iba a ser solo para estar de pie. Además temía bastante poder encontrarme con ese Pesado del Retiro que un día antes me había escrito que no tenía ningunas noticias sobre mí y a su mensaje añadió un estribillo de una canción. En la sala tomé una cerveza y después me acordé de usted – es que esta vez no me sirvieron ganchitos con cacahuetes sino maíz tostado :-) (*explico: el maíz tostado suelen comprárselo los niños del hogar en la máquina expendedora en el pasillo de la escuela, lo que le da rabia a la señora Dostálová ya que intenta incitar a los niños a comer saludable). Y dado que no me quedó mucho tiempo para cenar y durante el camino (que pasé naturalmente como "mi carrera de marcha") empecé a sentir hambre así que la noche tomó el rumbo interesante :-). Me sentía algo alegre, El Pesado probablemente no estaba allí y logré llegar hasta debajo del escenario. El concierto, del que por el aspecto musical no esperaba nada extraordinario, fue una pasada increíble, yo brincaba y cantaba. Como invitado actuó Rubén (sí, una mitad de Pereza) y otros invitados interesantes. Me gustaban muchísimo chicos del grupo Platos Rotos, sobre todo su frontman :-). Me dolían las manos terriblemente de aplaudir – o al ritmo o después de la canción. Bueno, ¿y el fin? Ese cantante, un señor ya entrado en años, bajó del escenario entre nosotros para dar las gracias a nosotros los fans. Bueno, y a mí me elegió como primera – simplemente bajó, me abrazó, me dio un beso en la mejilla y fue hacia otra señora y así hizo feliz a unas ocho personas. Yo tuve que reírme de no tener ni idea de quién se trataba, no conozco nada de ellos y él me tiene por una fan enorme. Al salir encendí el móvil y me sonó un mensaje de ese tipo del Retiro, según parece estaba allí porque se refirió a una canción que había sonado allí, así que yo no esperé ni un minuto más y con un esprint me dirigí a las calles nocturnas de Madrid, a casa. Como estaba hambrienta me paré en aquel local donde ya el otro día había cenado por la noche pero el personal no se dio cuenta de mi presencia y yo decidí ahorrar, entonces después de un rato me levanté y me paré solo en el -qué asco- McDonalds para un cheesburger. Pero esta vez me vino bien. Bueno, y la última información del viernes: llegó la visita, el tío de las chicas y su primo (un guapo como Juan que se parece a nuestro Matouš Brejcha que había enseñado derecho en mi facultad de Praga, para esta asignatura escribí aquellas redacciones, sabe). Su venida fue de lujo, estaba sola en el piso de lo que ellos evidentemente no tenían ni idea y pensaban que estarían aquí solos :-) unas condiciones increíblemente familiares reinan aquí - no me quejo, solo lo doy a conocer.
el sábado 5 de octubre:
Del concierto regresé a eso de la una y pensaba que iba a acostarme, que solo iba a echar un vistazo a Internet y enseguida ¡a la cama!. En la web me entretuve con dos cosas - en Facebook tenía 26 avisos nuevos, suelo tener 2-3, así que se me ocurrió que unos hackers me habían honrado con su visita. Pero a continuación descubrí que solo Ottovka, o sea, mi amiga Bára Ottová de Pilsen, después de algún tiempo había tenido tiempo para el ordenador y había tenido la necesidad de alabarme unas fotos españolas y hacer un comentario sobre ellas. Y la segunda cosa, igualmente como después del concierto de César Pop escribí en el Twitter un mensaje y luego recibí un aviso de que se había fijado en ello, pues todavía el viernes mencioné en el Twitter en un mensaje mío el grupo Sidecars, que es la banda del hermano de Leiva Juancho (en checo "Honzík" :-)). Ellos pusieron allí una foto con el comentario "Juancho con las manos en la masa" y yo justo ese día aprendí ese modismo que literalmente significa esto pero se traduce como Juancho pillado in fraganti (estaba rasgando la guitarra, es que grababan un nuevo disco). Entonces escribí cómo molaba pasar todo el día aprendiendo español, luego echar un vistazo al Twitter y descubrir esto – bueno, y añadí la foto tanto de mi texto de libro como de su mensaje. Bueno, y ellos lo vieron y compartieron mi comentario en su perfil. ¡Un honor así de grande recibí! :-) También logré encontrar a esos chicos majos del grupo Platos Rotos y una de sus canciones "Harina de otro costal". Y eso es otro modismo. En checo decimos "Ser de otro barril". ¡Ay, cómo me encanta aprender de esta manera! :-) Eran las tres de la mañana cuando me acosté. Dormí mucho, hasta las doce. De algún modo ya no me extraña. Por la tarde, Begoña y Alejandro (ese primo) fueron a sacar a pasear al perro al Retiro. Preguntaron si quiería acompañarles pero siempre me avisan cinco minutos antes de salir y yo luego paso de eso. Pero como hoy hacía buen tiempo me dije a mí misma que iba a pasear sola. Y adivine a dónde. Sí. Calle de Alcalá me llama de nuevo. Al salir tenía la sensación de que me faltaba algo importante y de camino me di cuenta de que no tenía la bebida. Así que me dije "En el camino de hoy pasarás por algún lugar para beber". Yendo miraba los escaparates de pastelerías y panaderías dentro del marco de ampliar mi vocabulario. Pero esto lo había hecho ya la última vez y esta vez decidí atreverme y pasar por un croissant que había elegido el otro día. Y salió bien. Entonces luego me paré en otra panadería a por una palmera pequeña. Y también por fin pasé por un parque que elegí en la mitad del camino. Le digo, esos parques aquí son algo maravilloso. Por qué en nuestro país hay soplapollas que tienen que cubrir de hormigón cada espacio y construir allí un centro comercial. Después de las cinco y media llegué a la meta, al parque Capricho, el cual – porque ya estamos a octubre- cerraba a las seis y media. Pero yo estaba allí solo para un rato. Es que tejí un plan. Llegué a saber que Calle de Alcalá no terminaba allí donde atravieso un puente hacia al parque sino un poco más allá, junto a la calle Velero. Así que de camino desde el parque no fui al metro sino que tomé esa misma calle, crucé el puente y aún al otro lado estuve en el mismo fin/comienzo de la calle Alcalá. Me dije que no iba a regresar e iba a llegar a la próxima parada del metro y luego iría a casa. Pero usted me conoce a mí y esas piernitas mías. Cerca del metro tuve ganas de tomar patatas fritas saladas. La dependiente en el chino afortunadamente tenía un minipaquete así que me dije "Vale, las comprarás pero esta vez intentarás recorrer los dos caminos a pie". Y como no quería agobiar a esas piernas, ralenticé y esta vez no corrí como una loca para conseguir el mejor tiempo sino disfrutaba a tope el viaje, miraba los escaparates, me paré en Zara donde me había probado un jersey bonito, pero la talla habría podido ser más grande, sobre todo cuando la secadora del piso encoge la ropa un poquito, así que lo había dejado allí. Luego descubrí una tienda con caramelos y me compré cerezas de gelatina que en Chequia las vende Haribo. Bueno, y al final me paré en un bar para tomar un zumo que me pusieron en un vaso de plástico con la pajita para llevar. Gasté bastante, unos ocho euros y solo por cosas insanas, pero la dama Horská lo defiende con que cada cosa la tenía que pedir hablando, simplemente un entrenamiento de las competencias sociales y lingüísticas, así que por hoy se lo perdonamos, qué opina usted, eh? :-) Fue un sábado maravilloso que otra vez superó todas mis expectativas, aumentó mi límite personal de mi recorrido y de mi comunicación y concluyó con una cena común. Es que a las 23 Begoña me preguntó si tenía ganas de tomar con ellos fajitas, o sea, tortillas de maíz rellenas y yo estaba de acuerdo. Cenamos a la medianoche (algo muy normal aquí en España), charlamos un poco, llegamos al tema sobre el transporte público que estaba bastante caro en España y yo dije que de todos modos prefiero ir andando. Pero Begoña argumentó que nuestra universidad estaba lejos, unos 7 kms (ella estudia derecho y economía en la misma uni que yo). Entonces mencioné que a mí no me parecía tan lejos, que por ejemplo hoy había ido a Alameda y de vuelta, o sea, unos 23 kms de paseo. Ayayay. Pobrecitos de Begoña y Alejandro, los globos oculares les salieron volando de las cuencas y las fajitas de las bocas :-). Y yo solo sonreía y seguía insistiendo en lo mío – me gusta pasear por Madrid. Después de la cena regresé al ordenador. Esa profesora española me había enviado a mi email unos materiales para la próxima clase. ¡Anda! Aquí evidentemente se exige de los estudiantes una preparación continua. Se va entumeciendo mi sonrisa. ¡Y a dormir!
bueno, y el domingo 6 de octubre:
A la cama me fui después de las dos de la mañana y me repetí todos los modismos y refranes que había aprendido hasta ahora, a casi 30 expresiones, para cada día tengo dos. Dormí hasta las diez y en la cama estuve tumbada hasta las doce. Pensaba ir al Rastro, o sea, ese mercadillo. En Madrid estoy por tercera vez y todavía no he estado allí. La verdad es que me dolían bastante las piernas, no me extraña. Los 22 kms no planeados son ni más ni menos que 22 kms, pero al final hice esfuerzo de voluntad y fui. Lo encontré casi sin problemas. Una multitud enorme de gente que determina el rumbo y la velocidad. Eso no me gusta mucho, así que solo eché un vistazo a algunas cosas – deseo comprarme un paraguas y un fular, es que también aquí llegará el otoño – luego me fui. Salí no muy lejos del palacio y quería ir al parque para leer un libro, ya que hoy otra vez hacía un superbuen tiempo. Pero después giré a la otra calle y se me ocurrió tomar un café en algún lugar. Así que examiné varios locales a ver qué me iba a gustar. Pero yo estoy desesperada cuando tengo tantas opciones. Al final decidí ir a uno que había elegido. Cuando regreso desde la uni o también desde los conciertos tomo la bonita calle Huertas y a su final, enfrente del Prado hay dos cafés/bares/restaurantes donde siempre cuando paso por ellos me digo "Aquí me pararé algún día…". Entonces me pasé por allí hoy. Me senté y pedí un café con leche. Y estaba tan riquísimo, esa butaca tan cómoda, esa vista…ese tiempo…que me decidí pedir otra vez. Un momento estuve pensando dónde en la frase se pone la palabra "otro" si delante de "el café" o detrás, porque en un caso significa "uno más, segundo" pero en el opuesto detrás de la palabra es "diferente". Y luego me di cuenta de que llevaba conmigo un libro de texto pequeño y allí lo encontré y podía pedir "otro café" con leche :-) (aquí es mucho más corriente tomar algo pequeño en más locales que mucho tiempo quedarse sentado en uno). Incluso con la propina dejé allí cinco euros, pero me parecía adecuado. Y porque de verdad hacía un tiempo maravilloooooso, crucé la calle y me senté a un banco junto al Prado y allí leí un rato y un poco estudié y de camino a casa alargué mi paseo por dos calles más. En casa preparé una comida, hoy me gustó especialmente, puse los platos en el lavavajillas, la ropa en la lavadora y me dirigí al ordenador. Y a las ocho empecé a escribir este email. Reconozco que a mí misma me da apuro ver con cuántas cosas fútiles la saturo a usted y debería resumirlo bien. Pero siempre me vienen a la memoria todos los cinco días anteriores y me quedo pasmada de ver cuántas cosas he vivido. Pero cuando luego veo esa cantidad, me compadezco de usted por qué cosas tiene que leer con dificultad. Le pido disculpas para mis adentros y también ahora en el email. Mañana me empiezan las clases, planeo otro concierto para el viernes, así que parece que el megaemail número 7 será un telegrama ESTOY EN LA UNI STOP TENGO QUE ESTUDIAR STOP ¡SOCORRO! STOP :-)
Le felicito si lo ha aguntado, acaba de leerlo hasta el saludo final y el deseo de tener una buena semana que viene. ¡¡¡Que todo le vaya bien!!!
Un saludo
Kristýna desde Madrid
Fotos n°6:
En cuanto a las fotos: esa del teatro con Joaquín y Benjamín no es mía, allí estaba prohibido sacar fotos pero la descubrí en la web así que solo para como ilustración :-); luego envío la foto de la agenda de Madrid con el fragmento de Lady Madrid de Pereza aunque la compuso Leiva; las entradas para el concierto de Quique; la foto en blanco y negro es con Rubén y con ese cantante para mí desconocido del concierto del viernes; las fotos de los parques; del café del domingo con el libro; al regresar por Calle de Alcalá ya anochecía así que las Ventas iluminada donde tienen lugar las corridas; y la Puerta de Alcalá; también la muestra del Twitter de grupo Sidecars (el hermano de Leiva) y también, para que se haga usted una idea, la foto de ese documental en el que Leiva de camino a Náutico está componiendo una canción :-)
K.
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